bilbao. El presidente de la patronal vasca, Miguel Ángel Lujua, recordó ayer que en Euskadi se cierran una media de cuatro empresas cada día y que para muchas de ellas "evidentemente no hay ayudas públicas". Preguntado en Onda Vasca sobre la implicación de las instituciones en casos como el de Fagor o Inbiomed, el máximo dirigente de Confebask consideró necesarias las ayudas pero recalcó que estas deben concederse "con criterios de equidad" a todas las empresas, sean públicas o privadas y tanto a grandes firmas como a pymes.

La crisis de Fagor Electrodomésticos ha reabierto el debate acerca de hasta dónde deben actuar las administraciones para evitar las consecuencias sociales que genera el cierre de empresas. La Diputación de Bizkaia ofreció un aval de 3 millones de euros para salvar la filial Edesa, y Gipuzkoa se ha mostrado dispuesta a hacer algo similar con otras firmas del grupo. El Ejecutivo vasco, por su parte, va a activar medidas para ayudar a los proveedores afectados por el cierre de la cooperativa y para ayudar a los trabajadores que no sean recolocados. Más allá del caso de Fagor, el Gobierno vasco ha propuesto aportar 750.000 euros para evitar la quiebra del centro de biomedicina de Donostia Inbiomed.

Preguntado por estas cuestiones, Lujua indicó que la previsible liquidación de Fagor será "una losa terrible" para Arrasate y creará "un agujero" en Gipuzkoa, pero dio a entender que no es justo que unas compañías reciban ayudas para salir adelante y otras no, al margen de su tamaño y de su repercusión social y mediática.

El líder de los empresarios vascos recordó que la mayoría de las empresas que han desaparecido durante la crisis son pymes que no han recibido soporte público. "En Euskadi hemos perdido 7.500 empresas en esta crisis, que es una cifra significativa. Cada día que pasa hemos ido perdiendo cuatro empresas, y para muchas de ellas no ha habido recursos públicos", indicó el presidente de Confebask en una crítica velada a la política económica del Ejecutivo vasco, con el que ya ha tenido algún otro desencuentro a causa del fin de la ultraactividad de los convenios el 7 de julio, aunque tanto Lakua como Confebask restaron importancia a aquellas discrepancias.

En la misma línea, el secretario general de Cebek, Francisco Javier Azpiazu, pidió a las instituciones vascas que sean "sensibles" no solo con Fagor, sino con las "docenas de empresas afectadas por la crisis de Fagor". En Radio Popular, el secretario general de la patronal vizcaina dijo no querer entrar "en juicios de valor" sobre lo ocurrido en Fagor Electrodomésticos, pero sí manifestó su preocupación por el futuro de un grupo que es "referente en Euskadi", así como por las empresas vizcainas que van a perder a su cliente "fundamental", para las que pidió el mismo trato que para el fabricante de electrodomésticos.