Vitoria. Las calles del centro de Gasteiz se llenaron ayer de indignación, reivindicaciones y críticas sindicales a los recortes sociales y laborales que está sufriendo toda la sociedad, un daño que incide especialmente en Álava, un territorio gobernado por el PP donde los datos de desempleo y los recortes no han dejado de crecer durante los últimos meses, hasta alcanzar cifras desconocidas desde hace decenios. Durante la marcha se corearon lemas como "Álava no se cierra" o "la lucha por el empleo es una lucha social", motivo de la pancarta que abría la movilización, que reunió a más de 2.000 personas.
La manifestación, secundada por todos los sindicatos a excepción de ELA, que se desmarcó de la misma, arrancó a las 19.00 horas en la plaza de Bilbao y completó su recorrido sin incidentes, hasta llegar a la plaza de la Virgen Blanca, donde se leyó un comunicado.
La nutrida movilización respondía a la llamada realizada el pasado 21 de marzo por la iniciativa Araba Borrokan, que nació con el objetivo de "condicionar las agendas políticas promoviendo un cambio de modelo más democrático, justo y participativo". Asimismo, la plataforma persigue que las instituciones del territorio histórico no apliquen las distintas reformas y decretos aprobados por el Gobierno de Rajoy, unos recortes que han castigado de manera especial a la ciudadanía. Sin embargo, hasta ahora, tanto el gobierno foral presidido por De Andrés como el de la capital alavesa, también en manos del PP, han seguido la senda marcada por la dirección del partido en Madrid y han precarizado salarios y condiciones laborales.
Lo llamativo de la manifestación de ayer reside precisamente en la singularidad de la plataforma convocante. Araba Borrokan es una iniciativa social que busca una "respuesta contundente que integre a la clase trabajadora y la ciudadanía", y cuenta hasta ahora con la adhesión de los sindicatos LAB, CCOO, UGT, STEE-EILAS, HIRU, ESK, USO, CNT, CGT, SATSE, SAE y SIPLA, así como de cerca de 65 comités de empresas alaveses y una veintena de colectivos sociales, aunque con el desmarque del sindicato abertzale ELA, mayoritario en Euskadi. A su vez, la iniciativa persigue que los diferentes presupuestos "garanticen con transparencia los servicios sociales, las ayudas al empleo y los servicios públicos".
Araba Borrokan considera que la situación para los trabajadores y los sectores más desfavorecidos es "insostenible" en Álava, un territorio donde la tasa de paro es de casi el 20%, "4.500 desempleados más que el año anterior", sin olvidar los "14.000 trabajadores en expediente de suspensión, reducción o extinción".
Además, la iniciativa sociolaboral alerta de la "especial gravedad" de la postura que mantiene el PP al frente de la Diputación foral y del Ayuntamiento de Vitoria, que "aplican sin miramientos las políticas que impone el Gobierno central de Rajoy". También denuncia que el Gobierno Vasco, "en connivencia con el Gobierno español, ha anunciado en su proyecto presupuestario la ampliación de jornada, la congelación de salarios y el tope de gasto".