vitoria. La primera reacción sindical a la propuesta de recorte del gasto corriente en la Función Pública ya fue negativa y ayer persistió. Insiste el Gobierno Vasco en el margen de negociación, pero no parece que entre los sindicatos haya tenido demasiada aceptación y, en lo referente a las centrales abertzales y a otras sectoriales como STEE-EILAS Satse o ErNE, ayer dejaron claro su rechazo frontal. "ELA no va a colaborar en ninguna escenificación teatral", advirtió el secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, ante el congreso que la organización de servicios públicos, Gizalan, celebró en el BEC. Mientras los gobiernos "sigan aplicando la doctrina neoliberal para un modelo antisocial y den a la patronal todo lo que pide, el dialogo social permanecerá muerto", sentenció.

Durante una concentración en Donostia contra los recortes en los servicios y salarios públicos, la responsable de LAB Arantxa Sarasola hizo una valoración "muy negativa" de lo acontecido en la Mesa de la Función Pública, señalando que la propuesta que el Gobierno Vasco vende "como un pacto para la estabilidad del empleo", no significa "más que todo lo contrario, destrucción de empleo y precarización de las condiciones laborales", por lo que LAB continuará con las movilizaciones y acudirá a la reunión del 2 de diciembre para exigir que el Ejecutivo retire su propuesta algo que teme "no va a suceder". STEE-EILAS también la rechazó y anunció que se movilizará mañana. Satse también se sumó a la censura y exigió la convocatoria "inmediata" de la Mesa Sectorial de Sanidad. La Junta Rectora de ErNE exigió al consejero de Interior que se excluya a la Ertzaintza de las medidas de recorte salarial, apelando a los acuerdos firmados en agosto junto a Esan y Euspel.