Madrid. El Ibex 35 subió ayer el 0,81% y recuperó el nivel de los 8.300 puntos animado por el alza de Wall Street y por las compras surgidas tras dos días de pérdidas. Pero lo más importante, el principal indicador de la bolsa española consiguió ayer desvincularse de los vaivenes del mercado de la deuda que abrió a la baja gracias a una intervención masiva del Banco Central Europeo (se dice que compró bonos españoles e italianos por valor de 2.000 millones de euros), pero que volvió a cerrar con la prima de riesgo en máximos históricos: un diferencial de 460 puntos sobre el bono alemán, es decir, cinco puntos más que el martes. La traducción práctica de esta cifra es que España debe pagar un 4,6% más que Alemania para colocar sus bonos a 10 años (los de referencia).

Y para ver la evolución de este mercado hoy habrá otra cita capital. Y es que el Tesoro pretende captar entre 3.000 y 4.000 millones de euros en este tipo de obligaciones con un cupón del 5,85% y vencimiento a 31 de enero de 2022. La última vez que el Tesoro emitió este tipo de papel fue el pasado 20 de octubre, cuando colocó 1.787,63 a un interés del 5,453%. Los analistas creen que, en esta ocasión, el Tesoro se verá obligado a elevar de nuevo la rentabilidad para cerrar con éxito la subasta, lo que situará el interés entre el 6% y el 7%. Esto supondrá volver a cifras de 1997, cuando España colocó obligaciones a 10 años con un interés del 7,26%.

La cercanía de esta subasta podría explicar que la evolución de la prima española fuera ayer algo diferente a la de otros países del entorno, que, a diferencia de ésta, se relajaron ligeramente, aunque manteniéndose en zona de máximos. Fue el caso de Francia, cuyo riesgo país se situó en los 190 puntos básicos, frente a los 191 del martes, y de Bélgica, que pasó de los 312 a los 305 puntos básicos.

En Italia, el anuncio de la formación del nuevo Gobierno permitió que la prima se colocara en los 519 puntos, frente a los 529 del día anterior, aunque la rentabilidad del bono en los mercados secundarios volvía a situarse en el 7%, nivel considerado insostenible por los expertos.

El BCE Los expertos atribuyen este entorno de volatilidad a la falta de una acción decidida del BCE, al que muchos consideran la solución definitiva a la crisis si adoptara un papel similar al de la Reserva Federal estadounidense, el de prestamista ilimitado. Pero el escollo sigue siendo Alemania. Según un informe de Barclays, las autoridades germanas se niegan de momento a que el BCE tenga un papel más activo, porque quieren "usar esta presión de los mercados para acelerar las reformas en las economías más débiles". "Sólo entonces, el BCE será partidario de jugar un papel de prestamista de último recurso. Esto será positivo para la aversión al riesgo global", apunta la nota.

Pero se considera un buen indicativo que las bolsas crezcan pese a los niveles históricos de la prima de riesgo. La subida no sólo afectó ayer al Ibex 35 (0,81%), sino también a otros indicadores europeos: Milán ganó el 0,77%; el Euro Stoxx 50, el 0,62%, y París, el 0,52%. Solo Fráncfort bajó el 0,33% y Londres, el 0,15%.