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ELA, LAB, STEE, EHNE e HIRU denuncian que la reforma laboral y de pensiones hace "más precaria" la situación de la mujer

BILBAO. En una rueda de prensa en Bilbao, Jone Bengoetxea (ELA), Zaloa Ibeas (LAB), Ana Pérez (STEE-EILAS), Ainhoa Iturbe (EHNE) y Estutxu Ugarte (HIRU) han llamado a los trabajadores y a la ciudadanía en general a participar en las concentraciones que los cinco sindicatos realizarán en el Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres, bajo el lema 'Contra la violencia hacia las mujeres, ni un paso atrás', a las doce del mediodía en Bilbao (Plaza Arriaga), Donostia (Boulevard), Gasteiz (Plaza de la Virgen Blanca) e Iruñea (Plaza del Ayuntamiento).

Asimismo, han instado a tomar parte, en esa misma jornada, en las manifestaciones que han convocado en las capitales vascas y navarra las coordinadoras feministas.

Los sindicatos vascos han advertido de que el 70 por ciento de las mujeres en el mundo sufre, "al menos una vez en su vida", la violencia sexista, "arraigada" en la sociedad como una "violencia estructural" que mantiene a las mujeres como ciudadanas de "segunda categoría".

Tras lamentar que en lo que va de año seis mujeres han fallecido a manos de sus parejas o ex parejas en Euskadi y Nafarroa, han resaltado que el mundo laboral "no escapa a esta lacra" ya que "todavía es un mercado discriminatorio y de gran precariedad" para las mujeres, que "posibilitan que se den situaciones de violencia sexista".

En este sentido, han criticado que tanto las instituciones como las patronales "siguen invisibilizando esta problemática", de manera que "optan por discursos políticamente correctos" para "no adoptar las medidas estructurales necesarias para erradicar esta grave situación".

Del mismo modo, han subrayado que las distintas medidas y reformas estructurales que han planteado desde el gobierno central y las administraciones vascas ante la crisis "van dirigidas a fomentar la desregulación económica y laboral" y contribuyen a "asignarnos una vida más precaria si cabe" a las mujeres.

Según han apuntado, "dificultan la autonomía personas y económica" para las mujeres y los colectivos en riesgo de exclusión social, "perpetuando la feminización de la pobreza, las desigualdades endémicas entre mujeres y hombres, y por tanto las situaciones de violencia estructural y sexista".

En concreto, han resaltado que la reforma del sistema de pensiones "va a tener un impacto muy directo y muy negativo en las mujeres" ya que, al no poder participar en el mercado laboral "en igualdad de condiciones", las sitúa "en una situación crítica para poder optar el día de mañana a tener unas pensiones dignas".

Asimismo, han señalado que el "recorte de gasto social" derivado de los planes de ajuste ponen en evidencia "la falta de compromiso político ante la prevención, tratamiento y erradicación de la violencia contra las mujeres".

En este contexto, han apostado por poner en marcha "medidas concretas por parte de las instituciones responsables" que posibiliten "un cambio de modelo que garantice a las mujeres poder desarrollar un proyecto de vida digno y en igualdad de oportunidades".

UNIÓN SINDICAL SIN FISURAS

En esta línea, han defendido la necesidad de que "el mundo del trabajo se una sin fisuras por la erradicación" de la violencia contra las mujeres para lograr "instrumentos que ayuden a perseguir y sancionar las múltiples y diversas manifestaciones" esta violencia.

Para ello, han planteado siete reivindicaciones, entre las que incluyen "un mundo laboral libre de violencia, de hostigamiento, acoso sexual y sexista", así como la "dignificación" de las condiciones laborales y la erradicación de medidas "discriminatorias" para las mujeres en el mundo laboral, "prestando especial atención a los colectivos más desfavorecidos" como los sectores "feminizados" de la limpieza, cuidados o trabajadoras del hogar.

Los sindicatos vascos reclaman asimismo "una nueva política de empleo" centrada en las necesidades de los trabajadores y las trabajadoras, la puesta en marcha de planes de igualdad "vinculantes y efectivos" en los centros de trabajo, y asegurar "un sistema justo y solidario" de protección social con pensiones y prestaciones sociales "dignas". Entre sus reivindicaciones, se recoge además el cambio de la cultura organizativa del trabajo "como medida efectiva para la corresponsabilidad".