El Foggia es un club del sur de Italia, situado en la región de Puglia, que vivió su época dorada en los 90, cuando por primera vez en su historia permaneció cuatro temporadas seguidas en la Serie A, la máxima categoría del fútbol italiano. Los tiempos de gloria quedaron atrás; ahora milita en la Serie C, la tercera división. El Foggia que un día vibró con los goles del genial Giuseppe Signori es ahora reconocido no por logros deportivos, sino por estar abrazado por los tentáculos de la mafia.
El pasado mayo la Justicia italiana sentó un precedente histórico: por primera vez decidió aplicar el Código Antimafia a un club de fútbol. El Foggia era intervenido para imponer una administración judicial. Es decir, la dirección pasaba a manos de unos administradores designados por un tribunal. La intención de la Justicia era proteger al Foggia de la influencia del crimen organizado, que había actuado sin escrúpulos.
El 2023, el coche del capitán del Foggia, Davide de Pasquale, apareció tiroteado. Un año después se encontró un artefacto explosivo junto al automóvil del vicepresidente e hijo del presidente, Emanuele Canonico. Varios coches de directivos fueron incendiados… El presidente, Nicola Canonico, su familia y su directiva fueron sometidos a amenazas para ceder el gobierno del club. Los criminales perseguían controlar las relaciones, los patrocinadores, las acreditaciones o las entradas para los partidos. Incluso, trataron de forzar la venta del club a un precio inferior al del mercado. Querían, en definitiva, hacer negocios con el Foggia, convertirlo en una financiera para negocios criminales y en una empresa para lavar dinero.
“Las investigaciones demuestran cómo grupos ultras, expresión directa de la criminalidad organizada de la ciudad, planearon y ejecutaron una larga campaña de intimidación y de acciones violentas para obligar al presidente a dimitir y ceder el control del club”, certificó la jefatura de la Policía de Foggia. Nicola y Emanuele renunciaron al cargo el 31 de marzo. Las autoridades tomaron el control.
Al Foggia le sigue el Crotone
Poco después, en septiembre, Italia vivió el segundo caso de la aplicación del Código Antimafia en un club de fútbol. Esta vez se trataba del Crotone, que comparte división con el Foggia y que militó por última vez en la Serie A en 2021. Este club de Calabria, alejado a tres horas al sur de Puglia en coche, fue intervenido después de que las autoridades vieran evidencias de la infiltración de la mafia.
“El Crotone ha sido sometido durante la última década, directa o al menos indirectamente, a condiciones de intimidación y subyugación por parte de miembros de los clanes locales de la ‘Ndrangheta”, dictaminó la Fiscalía de Catanzaro. La mafia estaba involucrada en, al menos, cuestiones de la seguridad del club y la venta de entradas. Cabe apuntar que la ‘Ndrangheta posee el control de cerca del 80% del mercado de la cocaína en Europa.
"Los jugadores solo tenían que jugar, la Camorra se encargaba del resto"
El 21 de octubre saltó el tercer caso: la Juve Stabia, un club de la Serie B, la categoría de plata del Calcio, que a diferencia de Crotone o Foggia nunca ha alcanzado la élite. Su sede está en Castellammare di Stabia, en el Golfo de Nápoles, región de Campania, a más de tres horas de Puglia y de Calabria. La Fiscalía Antimafia determinó que allí operaba el clan D’Alessandro, un brazo de la Camorra que controlaba las actividades del club, incluidas la venta de entradas, los accesos al estadio, la restauración, la limpieza, la atención sanitaria, los servicios de viajes para la plantilla del primer equipo... Por ejemplo, alteraba datos personales en los sistemas informáticos para permitir el acceso al estadio a personas con antecedentes penales. Todo quedaba en familia. El fiscal jefe de Nápoles, Nicola Gratteri, concluyó: “Era un paquete integral: los jugadores solo tenían que jugar, la Camorra se encargaba del resto”.
La mano de la Camorra se extendía a las categorías inferiores, donde se facilitaba el acceso a hijos de mafiosos. El suegro del jefe Luigi D’Alessandro, llamado Domenico Raffone, ocupó la presidencia en la década de los 80. El club ha empleado varios testaferros de la banda criminal. En las gradas se podían ver pancartas en alabanza al fundador del clan D’Alessandro: Luigi o lione (Luigi el León). La temporada pasada, Romano Floriani Mussolini, bisnieto del dictador, pertenecía a las filas del Juve Stabia. Tras su primer gol con la camiseta del club, la hinchada festejó coreando su apellido y realizando saludos fascistas.
Gratteri, rostro de la lucha contra la mafia... y superviviente
Nicola Gratteri es un sujeto importante en esta historia. Es un rostro de la lucha contra la mafia en Italia. Fue testimonio del horror extendido por la ‘Ndrangheta. La mafia mató al padre de un amigo y más tarde a su amigo. Así, decidió estudiar abogacía para atrapar a los criminales. Sobrevivió a tres intentos de asesinato en tres semanas. Desde los años 90 no visita un cine o un restaurante. Tras ser nombrado fiscal de Calabria en 2016, fue responsable de una investigación contra la ‘Ndrangheta que es la mayor operación de la historia del país contra el crimen organizado, por volumen y personas implicadas. Ahora es el responsable de la fiscalía más grande de Italia, la de Nápoles. Su lucha no cesa. El fútbol es uno de sus objetivos por los beneficios que reporta al crimen organizado.
“Ahora comprenden que esto confirma lo que venimos diciendo hace décadas: la mafia está presente dondequiera que haya dinero y poder. La mafia está presente y también se promociona a través de equipos de fútbol, como en el pasado con la Iglesia, mostrándose cercana a sacerdotes, a obispos, siendo generosa con la Iglesia”, dice Gratteri. Foggia, Crotone y Juve Stabia han sido rescatados de las redes de la mafia. Pero... ¿cuántos clubes siguen esposados por el hampa?
Grupos criminales relacionados con Milan e Inter
Este mismo año quedó demostrado y condenado cómo ultras del Milan y del Inter estuvieron vinculados con extorsiones, amenazas, reventa de entradas e incluso asesinatos. Eran grupos criminales que no llegaron a infiltrarse en los organigramas ni adulterar resultados, o al menos no quedó demostrado, pero sí tendieron puentes con directivos, entrenadores y jugadores. Según el periodista de la CBS Francesco Porzio, los ultras del Inter “lograron 2.000 entradas para la final de la Champions de Estambul de 2023” tras una llamada de uno de los líderes de la Curva Nord al técnico Simone Inzaghi. El crimen busca canales de lavado de dinero, cauces de beneficios para sustentar la actividad e influencia para edificar una imagen pública positiva de la mafia. De ahí la intrusión en el fútbol.