Peio Etxeberria vuela en el Masters

Ácido láctico. Maquinaria a pleno rendimiento. Músculos. Tendones. Huesos. El corazón, latiendo como una locomotora. Bienvenido a la fábrica. Peio Etxeberria se mueve a toda velocidad, entre suspiros y parpadeos. Flash. Ahora estoy, ahora no. Cimbrea como una vara al viento: al ancho y al txoko, al ancho y al txoko. Una y otra vez. Joseba Ezkurdia, tocado por un virus estomacal, se desespera en un visible ejercicio de impotencia. Músculo. Peio vuela en casa, en Larraintzar, profeta en su tierra. Pies alados. Hermes en su cubil. Dientes afilados. Travieso, vertiginoso, indestructible. Una muestra de bíceps en defensa en un escenario conocido. Físico.

Segundo punto del Masters CaixaBank para el zenoztarra y Jon Mariezkurrena, a los que le costó amarrar el primero ante Peña II y Bikuña, suplente del lesionado Zabaleta, pero que este domingo mostraron mejores sensaciones. Suman dos de dos. Los augurios que les colocaban como favoritos a llevarse el trofeo final no parecen muy desencaminados. 

Peio Etxeberria sacó a relucir sus virtudes defensivas ante un adversario romo e inerme que terminó la contienda con un pobre bagaje de un solo tanto hecho en jugada. Bien es cierto que fue el más divertido de todo el partido, el 6-10, una apertura de Joseba al enésimo intento, puesto que su homólogo bailó como un limpiaparabrisas para vender caro su pellejo. Ante los contratiempos de Ezkurdia a la hora de rematar –cabe destacar también que no era un escenario proclive para los puntilleros y estaba mermado por problemas estomacales, lo que derivó en un pequeño mareo al término del choque–, el poder de Jon Mariezkurrena acabó por eclipsar el buen trabajo de Jon Ander Albisu. Al ataundarra le tocó bailar con la más fea. Más aún estando el de Berriozar con la diestra fresca y el punto de mira atinado. El navarro erró cinco pelotas, pero acabó cuatro tantos.

Sin regalos

En definitiva, sin apenas regalos y con una actuación completa, Peio Etxeberria y Mariezkurrena II siguen engordando el zurrón de los pronósticos al diseñar una propuesta robusta en todas sus versiones: inicio potente, cohesión en los momentos duros y cierre con acelerón incluido.

El telón se abrió con un error de Albisu y un saque. Los azules despegaron no sin saborear el primer yerro de Mariezkurrena. Peio Etxeberria ejecutó una hermosa dejada en la punta que atornilló a Ezkurdia en mitad de la cancha. El zenoztarra y el pegador de Berriozar llegaron al 1-6. El 2-6 fue un error de sotamano de Jon. Se contabilizaban 235 pelotazos a buena por entonces. 

Vías de agua

Un Albisu serio tomó el mando para tratar de contener las vías de agua. Lo logró. Ezkurdia puso trabajo, mucho, eso es innegociable (4-6). Una volea abajo de Joseba, con todo, abrió una brecha que no se cerró. Peio sumó dos remates y Mariezkurrena firmó un derechazo imposible al diez y medio. 

En el primer descanso largo, con 7-12, sobrepasados los 400 pelotazos, llegó el empellón azul: 7-14, 8-17, 9-19, 10-21 y 11-22. La segunda parte del partido se despachó en poco más de 150 pelotazos. Etxeberria apretó en el remate y resolvió el rompecabezas con suficiencia. El último tanto fue un derechazo atrás de Mariezkurrena.