Los incidentes y las agresiones que se produjeron a la conclusión del encuentro que disputaron el pasado sábado en el campo de Sansomendi, en Gasteiz, el Lakua y el Indautxu, dentro de la Liga Vasca de juveniles y que finalizó con victoria bilbaína por 1-2, los ha resuelto el Comité de Competición de la Federación Vasca de Fútbol (FVF) con sendas sanciones económicas para los dos clubes, mientras que ningún futbolista ha sido castigado.
La FVF ha impuesto una multa de 600 euros a la entidad gasteiztarra por no haber puesto las medidas oportunas para evitar la invasión del campo de los jóvenes que propinaron dos puñetazo al portero del equipo bilbaíno y también apercibe del cierre de las instalaciones de Sansomendi si se repiten hechos similares.
El Indautxu, por su parte, recibe dos sanciones, que suman una cuantía de 350 euros; la primera de 200 euros por ser partícipe de los incidentes y la segunda, de 150 euros por los supuestos insultos vertidos por el padre de un jugador bilbaíno.
El Indautxu anuncia que recurrirá la decisión del Comité de Competición respecto al primer concepto de la sanción, porque, en su opinión, no se produjeron los incidentes que recoge el acta del colegiado. “Insistimos en que no se produjo batalla campal alguna y no hubo incidentes, salvo los que protagonizaron los que saltaros al césped.
Es lógico que salieran los padres de nuestro portero porque le estaban pegando, por lo que solo se ha tenido en cuenta la redacción del acta y no las alegaciones que hemos presentado”, afirma a este periódico José Hernández, presidente del Indautxu.