Que mejor manera que afrontar la etapa de casa aclamado por sus seguidores. Mikel Landa ha estado en el centro de todas las miradas en la salida de la segunda etapa del Tour de Vitoria. Sin duda, ha sido el protagonista indiscutible del previo y del control de firmas.
El ciclista alavés del Bahrein, uno de los candidatos al podio, ha sido jaleado por los cientos de seguidores que se han dado cita en Mendizabala para presenciar un acontecimiento histórico en la capital alavesa que no llegaba desde 1977.
El parking próximo al estadio de Mendizorroza se ha quedado pequeño para ver a los corredores que hoy cubrirán la etapa con final en Donosti. El conocido como 'Landismo' ha reaparecido con fuerza y el 'speaker' elegido para la ocasión también ha contribuido a que la fiesta subiese muchos decibelios pidiendo el calor para el ciclista natural de Murgia.
"Menos mal que estás depilado porque, si no, con toda esta emoción se te hubiesen puesto los pelos de punta", ha dicho el encargado de animar la carrera en los prolegómenos, a lo que el propio Landa ha admitido en euskera que "oso berezia da" mientras atronaban los aplausos hacia su figura.
Tras pasar los 174 ciclistas por el centro de Vitoria en medio de una expectación inusitada, la segunda etapa del Tour ya está en marcha después de que Adam Yates se hiciera ayer con el liderato en tierras vizcaínas. Por delante 209 kilómetros de carrera donde pasarán, entre otros lugares de Álava, por Alegría, Maturana, Landa, Legutio y el Alto de Cruzeta.
Mikel Landa, que afronta su sexta participación en la 'Grande Boucle', en la que ha sido cuarto en dos ocasiones (2017 y 2020), ya fue aclamado este sábado por miles de seguidores vascos en la primera etapa de la ronda gala, donde quedó duodécimo tras llegar a línea de meta a 12 segundos del británico.