SERBIA Branislav Mitrovic, Dedovic, Pijetlovic (2), Rasovic (1), Jaksic (2), Filipovic (2), Prlainovic -equipo inicial-, Randelovic (1), Lazic (2), Aleksic, Stefan Mitrovic (1) y Mandic (1).
ESPAÑA López Pinedo, Munarriz (4), Miguel de Toro, Larumbe, Famera, Felipe Perrone (1), Bustos (1) -equipo inicial-, Granados (2), Tahull (2), Mallarach, Fran Fernández (1) y Sanahuja (2).
Parciales 3-3, 3-5 (6-8 al descanso), 3-2 y 3-3.
Árbitro Michael Goldenberg (USA) y Georgios Stavridis (GRE). Expulsaron por tres exclusiones a los serbios Randelovic, Aleksic y Jaksic.
Estadio Centro Tatsumi.
- La selección española de waterpolo se estrenó en los Juegos de Tokio 2020 con un ilusionante triunfo (12-13) sobre la actual campeona olímpica, Serbia, frente a la que precisamente cayó en Río 2016 en los cuartos, instancia que será de nuevo la auténtica clave. El pamplonés Alberto Munárriz fue clave en el encuentro, con cuatro tantos y varias asistencias en los momentos clave del partido. Además, defendió muy bien el último ataque de Serbia, que podría haber supuesto el empate en los instantes finales.
El duelo entre españoles y serbios, todo un clásico de las grandes competiciones, se decantó, como en el último Europeo de Budapest, del lado del conjunto de David Martín. En la capital húngara fue tras la tanda de penaltis. En esta ocasión, tras una magnífica actuación coral y por un gol de diferencia.
Ni siquiera el tremendo acierto de Serbia en las acciones en superioridad numérica fue obstáculo para que la selección española confirmara en la piscina del centro Tatsumi que ha llegado a la capital nipona con clara ambición de luchar tras mucho tiempo por las medallas.
La labor bajo palos del eterno Dani López Pinedo y la pegada en ataque (con algún problema en las superioridades) desarbolaron al equipo de Dejan Savic, que no obstante, forzó hasta la penúltima jugada para salvar al menos el empate, pero la defensa española se lo impidió.
La fluidez ofensiva y las cuatro paradas de López Pinedo permitieron a España, que siempre llevó la iniciativa, frenar la salida de los serbios. El 3-3 del primer parcial era un buen presagio. Y lo confirmaron los hombres de David Martín en el segundo, pese a que los balcánicos se situaron por primera vez por delante (5-4) gracias a dos cañonazos de Bernat Sanahuja y un gol in extremis de Alberto Munárriz que situó el marcador con un esperanzador 6-8 al descanso.
Las superioridades dieron a Serbia nuevos aires siempre que España trató de escaparse en el marcador hasta que dos goles consecutivos de Alberto Munárriz en el último periodo devolvieron los dos tantos de ventaja (10-12). Una diana de Fran Fernández pareció sentenciar definitivamente el compromiso (11-13).
No era así. Respondió el tremendo capitán Filip Filipovic y el meta Branislav Mitrovic mantuvo las esperanzas del cuadro balcánico, que tuvo la opción de empatar. Ahí emergió la defensa de un bloque que confirmó que está en la capital nipona dispuesto a luchar por todo.