SAN PABLO BURGOS Renfroe (9), Benite (7), Rabaseda (3), Rivero (5) y Kravic (20) --quinteto inicial--; McFadden (10), Salvó (9), Salash (3), Sakho (2), Cook (-), Barrera (-) y Queeley (-).

LENOVO TENERIFE Huertas (20), Fitipaldo (13), Cavanaugh (6), Doornekamp (18) y Shermadini (11) --quinteto inicial--; Yusta (-), Guerra (5), Salin (3), Sulejmanovic (6), Jenkins (8), Rodríguez (-) y López (2).

Parciales 26-23, 15-12, 11-31, 16-26.

Árbitros Conde Ruiz, Castillo Larroca y Baena Arroyo. Sin eliminados.

Pabellón Coliseum.

- El Lenovo Tenerife certificó ayer (68-92) su pase a semifinales por la vía rápida, el 2-0 en el playoff ante el Hereda San Pablo Burgos, gracias a una reacción fulgurante tras el descanso, con un parcial de 0-27, que silenció el Coliseum y apeó a los burgaleses con amargura. El conjunto canario sentenció al Burgos desde un 11-31 en el tercer cuarto. La primera parte fue local, de paso al frente en los de Joan Peñarroya tras ir a remolque hace dos días del cuadro aurinegro.

El Burgos sacó defensa y acierto de inicio para imponer su ritmo. Tres triples seguidos de McFadden encendieron la mecha local, primer partido histórico de playoff para el Burgos ante su público, con la luz verde del Gobierno horas antes. Los de Peñarroya dominaron también por dentro, pero a pesar de su buena racha no se despegaron de los canarios. Las pérdidas en el segundo cuarto impidieron esa renta mayor pero tras el descanso cambió de manera radical el partido. Los de Vidorreta sacaron su mejor versión y encontraron de golpe todo el acierto esquivo.