Xavi Hernández llegó al aeropuerto de El Prat cargado con 22 maletas y los medios de comunicación catalanes esperándole en la zona de tránsito en busca de respuestas a un rumor que está tomando forma en el Barcelona concluida una temporada lamentable para los cánones del conjunto catalán, que deja en entredicho la continuidad del técnico Ronald Koeman. "No sé nada, estoy de vacaciones, de verdad", dijo el legendario centrocampista azulgrana y actual entrenador del Al Sadd de Catar, con quien renovó el 12 de mayo.

Sin embargo, RAC1 avanzó ayer que Koeman 'tiene un 99% de posibilidades' de que no seguirá al frente del Barça la próxima campaña, aunque tenga contrato en vigor. Al tiempo la directiva que preside Joan Laporta trabaja para buscar el reemplazo ideal, y Xavi Hernández sigue sonando como el principal candidato al entenderse que es una especie de guardián de las esencias del cruyffismo. Ya lo fue durante el proceso electoral y, aunque su labor profesional se reduce al equipo catarí, es decir, le falta experiencia para dirigir a un trasantlántico como el Barcelona, se recuerda también que en el mismo caso estaba Pep Guardiola, su antecesor en llevar la batuta del equipo y con la misma alma de entrenador.

El diario ARA va más allá y asegura que Mateo Alemany, el nuevo director de fútbol del club, ya ha entablado conversaciones con Xavi Hernández. El diario Sport confurma estas negociaciones y añade que en contrato firmado con el Al Sadd hasta el 2023 hay una cláusula Barça por la que podría quedar libre si el club azulgrana requiere sus servicios.

En la operación se valora también el factor Messi, cuyos rumores sobre su marcha arrecian tras el descarrilamiento del equipo en los partidos clave de la recta final, cuando estaba en su mano ganar la liga y la tiró perdiendo en el Camp Nou con el Granada. No hace tanto que Xavi fue susocio, compañero y estimable amigo.