- Está a punto de comenzar un Tour distinto, atípico, fuera de sus fechas habituales, con medidas de seguridad sanitarias muy estrictas y un recorrido que en lo deportivo promete no desvelar el secreto del ganador hasta el último sábado, 19 de septiembre, cuando una cronoescalada con la línea de llegada situada en la cumbre de la Planche des Belles Filles desvele la foto del podio final de los Campos Elíseos de París.

El recorrido apenas ha sufrido algún ligero retoque. A pleno sol, el pelotón saldrá de Niza, ciudad de tradición arraigada al ciclismo, con dos etapas marchosas que obligarán a evitar despistes, especialmente la del domingo, que pasará por la Colmiane (1ª categoría), Turini (1ª), el Col d'Èze (2ª) y la Cota de Quatre Chemins a solo nueve kilómetros de meta. Un primer contacto con la montaña que puede deparar sorpresas si los corredores inician la ronda con el cuchillo entre los dientes o que puede conducir a la siempre temida fuga bidón.

El primer final en alto de los cinco previstos llegará en la cuarta etapa con la subida a Orcières-Merlette (1ª; 7,1 kms al 6,7%) tras otros cuatro puertos puntuables. Y en la sexta se presenta el Mont Aigoual como meta, cima no puntuable, pero de 8,2 kms al 4%) tras superar en el tramo previo el Col de la Lusette (1ª, 11,7 kms al 7,3%).

En este Tour los Pirineos solo albergarán dos etapas y no se presumen decisivas. La octava etapa llega a Loundeville tras superar el célebre Col de Menté (1ª), Balès (Especial) y un Peyresourde (1ª) desde el que se bajará directo a meta. Al día siguiente el Soudet-Issarbe (1ª) y el siempre asfixiante Marie-Blanque (1ª) pueden ser terreno para que se destaquen los grandes aspirantes al podio en París.

Tras el primer descanso del 7 de septiembre opciones para los rodadores con dos jornadas propicias, aunque el viento podría cambiar muchos planes y convertirse en una seria amenaza para los favoritos, antes de entrar en el Macizo Central por el Suc au May (2ª).

La 13ª jornada alberga 7 puertos y desemboca en el Puy Mary (1ª; 5,4 km al 8,1%). Desde allí la carrera hace una breve incursión en los montes Jura, con una de las etapas clave con Selle de Fromentel (1ª), Col de la Biche (1ª) y final en el Grand Colombier (Especial; 17,4 km al 7,1%).

Tras la jornada de descanso, ya con el pelotón metido de lleno en los Alpes -el regreso, ya que este fin de semana ya tocarán la cordillera en el arranque desde Niza-, el martes 15, se llegará a Villard-de-Lans (3ª) tras superar Saint-Nizier-du-Moucherotte (1ª, 11,1 kms al 6,5%).

La jornada reina de esta edición será la 17ª, con dos grandes colosos que llaman a la gran batalla de los escaladores, nada menos que La Madeleine (Especial, 17 kms al 8,4) y el Col de la Loze (Especial; 21,5 km al 7,8%), final de etapa y que supone el gran descubrimiento por parte de los organizadores, aunque se han incluido en el recorrido bastantes novedades en este sentido.

Para rematar la fase alpina una etapa sin descansos el jueves 17 con otras cinco subidas: Cormet de Roselend (1ª), Route des Villes (3ª), Saisies (2ª), Aravis (1ª) y el Plateau des Glières (Especial), con tramo de tierra incluido, a 35 kilómetros de la meta en La Roche-sur-Foron.

Por si fuera poco faltará la única contrarreloj del Tour 2020, el penúltimo día, de 36 kms con el ascenso de 5,8 kms al 8,4 por ciento. En esa cima se sabrá quién es el vencedor de la edición de la mascarilla. En París, la fiesta final el domingo 20 de septiembre.