La Fórmula Uno llega este fin de semana a Bakú, sede de la cuarta carrera de esta temporada en la cual ya han ganado Ferrari (el alemán Sebastian Vettel, dos veces) y Red Bull (el australiano Daniel Ricciardo), pero no Mercedes ni el británico Lewis Hamilton, que afronta un circuito incómodo para él.
El tetracampeón mundial británico (2008, 2014, 2015 y 2017), segundo actualmente tras el también cuatro veces campeón Sebastian Vettel en el Mundial de pilotos, todavía no se ha subido a lo más alto del podio en lo que llevamos de campeonato, mientras el de Ferrari lo hizo en Australia y Baréin, y Ricciardo en China.
Incluyendo las tres últimas carreras del año pasado, son seis grandes premios de sequía para el piloto inglés, y apenas una victoria en esas seis carreras para la escudería Mercedes, la del finlandés Bottas en Abu Dabi, la carrera que finalizó el curso pasado.
El propio Hamilton reclamó tras el cuarto puesto en el Gran Premio de China que tenía que “comenzar la escalada” y dejar de perder “puntos valiosos”, tras una carrera en la que tuvo la suerte de que Vettel terminó octavo, perjudicado por un toque con el holandés Max Verstappen (Red Bull), por lo que la distancia entre ambos es de apenas nueve puntos (54 de Vettel, 45 de Hamilton).
Tanto la escudería de las flechas plateadas como el propio Hamilton saben, además, que el circuito urbano de Bakú no es el mejor lugar para el piloto de Stevenage, ya que se trata de la única cita de esta temporada en la que el británico no se ha subido nunca al podio y la única junto con el circuito Paul Ricard de Francia en la que no ha logrado nunca la victoria.
En el curioso circuito urbano de Bakú, uno de los más largos del campeonato (6.003 metros) que arranca con cuatro curvas de 90 grados con una larga recta entre la segunda y la tercera, y pasa después a una zona revirada y muy estrecha para terminar en una larguísima recta, hasta ahora solo se han disputado dos carreras.
En un inicio de campeonato con los puntos muy repartidos, el finlandés Valtteri Bottas (Mercedes) es tercero del Mundial con 40 puntos y su compatriota Kimi Raikkonen (Ferrari) es quinto con 30.
Justo por detrás en la clasificación de pilotos está el bicampeón del mundo español Fernando Alonso, que en las tres primeras carreras de esta temporada con el McLaren con motor Renault ya ha sumado más puntos (22) que logró en toda la campaña pasada (17), la última del trienio para olvidar de McLaren-Honda. El piloto asturiano ya ha avisado durante la semana de que no espera que haya ningún cambio radical del rendimiento del coche en Bakú, aunque lleven piezas nuevas. De momento, las sensaciones son distintas para el ovetense este curso, con un quinto y dos séptimos lugares, y en Bakú logró el año pasado remontar diez plazas: del decimonoveno lugar al décimo, su primer punto de 2017.
Su compatriota Carlos Sainz, en su primer año desde el inicio con Renault, escudería a la que se incorporó al final de la temporada pasada, ha puntuado en dos de tres pruebas (décimo en Australia y noveno en China) y su sensaciones son “positivas”. En Bakú fue octavo en 2017 y no acabó en 2016.
Todo esto en un circuito en el que se utilizarán los neumáticos más blandos (compuestos blando, superblando y ultrablando) y en el que se espera tiempo soleado con algunas nubes el domingo y temperaturas algo superiores a los 20 grados, algo que preocupa a las escuderías a la hora de calentar los neumáticos para extraerles su mejor rendimiento.