vitoria - Los mayores lo habían conseguido el jueves y los pequeños no querían ser menos. Y lo consiguieron. Así, el Fundación 5+11 que está tomando parte en la Minicopa se adjudicó ayer el billete para las semifinales del torneo. Tuvo que sufrir lo suyo, eso sí, puesto que al combinado que dirige Rufino Mateos le costó lo suyo deshacerse del Manresa, con el que se jugaba la plaza en la antesala de la gran final. A la conclusión de los cuarenta minutos el marcador registró un 70-63 favorable a los azulgranas que les permite seguir disfrutando del sueño copero. La siguiente prueba llegará a la una del mediodía de hoy, de nuevo en el Palacio Europa, con el choque ante el potente Real Madrid que determinará el segundo finalista. Antes, Barcelona y Unicaja disputarán la otra semifinal. Sin duda, un cartel de lo más atractivo.

Para llegar hasta este feliz desenlace, el Baskonia debió echar mano de sus mejores argumentos. Tanto en lo baloncestístico como en lo anímico. Porque el Manresa se presentó como un adversario muy duro que durante muchos minutos llevó la iniciativa en el marcador y llegó a tener contra las cuerdas al combinado vitoriano.

Tras arrancar bien apoyándose en el poderío físico de Sow, la escuadra azulgrana comenzó a perder fluidez en su juego coincidiendo con la temprana acumulación de faltas del senegalés. Con mucha paciencia para mover la pelota hasta encontrar las mejores posiciones, el Manresa fue poco a poco limando las ventajas iniciales alavesas hasta llegar al descanso con un marcador equilibrado (31-27).

El tercer periodo fue, sin duda, el más gris de los locales. Con Sow sentado durante muchos minutos con cuatro faltas el visitante Naspler se adueñó de la contienda anotando doce puntos en ese parcial y conduciendo a su equipo hasta un 45-54 al inicio del cuarto parcial que se antojaba casi imposible de levantar para los vitorianos.

Sin embargo el Baskonia tiró de carácter y se jugó el todo por el todo en un último cuarto que le dio el pasaporte para las semifinales. Con Alejandro López liderando la reacción en ambas partes del campo y Sow aportando de nuevo la fuerza que había demostrado el jueves, el equipo logró igualar el marcador y un triple de Joseba Querejeta se convirtió en la puntilla para el Manresa. En los segundos finales el habitual carrusel de faltas y tiros libres redondeó el marcador. Los txikis intentarán prolongar el sueño hoy contra el Madrid.