vitoria - Desde el año 1959 Baskonia siempre había estado dirigido por técnicos de la casa, siendo Vicente Elejalde y Pepe Laso quienes coparon las dos primeras décadas de historia del club. Luego llegaron exjugadores que tras colgar las zapatillas continuaron vinculados como entrenadores en las categorías inferiores, incluso también en los despachos y secretaría técnica y a los que les llegó la oportunidad de entrenar al que había sido su equipo. Hombres como Juan Pinedo, Manu Moreno, Iñaki Iriarte, Txema Kapetillo y Xabier Añua fueron, en diferentes e incluso repetidas etapas, algunos ejemplos. Hasta entonces, en la historia del Baskonia solo se había conocido un cambio de entrenador mediada una temporada. Se produjo antes de finalizar la campaña 82/83 en la que Iriarte fue relevado por Piendo una vez asegurada la permanencia del equipo en la Liga. No fue hasta seis años después cuando se produjo el primer cese de la época moderna del club y también la llegada del primer entrenador extranjero, Zeljko Pavlicevic, procedente de la aún entonces vigente Yugoslavia. Un entrenador con un breve pasado en la Liga ACB -dirigió al Clesa Ferrol en 1986- aunque conocido internacionalmente por haber conquistado en dos ocasiones la Copa de Europa de baloncesto con la histórica Cibona de Zagreb que lideraba el irrepetible Drazen Petrovic. Una competición que Pavlicevic volvería a reconquistar tras su efímero paso por Vitoria con la no menos legendaria Jugoplastika de Split en 1991.
Natural de la capital de Croacia, Pavlicevic comenzó a jugar a baloncesto en el Lokomotiva de Zagreb en 1969, equipo con el que conquistó la Copa Korac en 1972 mientras compaginaba sus estudios universitarios. Tres años después, y coincidiendo con la refundación del Lokomotiva en Cibona de Zagreb merced a la aparición de un importante patrocinador enrolado en el sector alimentario, se reincorporó al organigrama del club como técnico asistente del histórico Mirko Novosel, con el que emprendió una década de crecimiento deportivo que a partir de 1980 depararía importantes logros y éxitos en el hervidero del baloncesto balcánico ante rivales como Estrella Roja, Partizan, Bosna Sarajevo o Split.
Fueron tres ligas y tres copas de la antigua Yugoslavia a las que se unieron dos Recopas de Europa y dos Copas de Europa (Euroliga) para una generación inolvidable compuesta por Drazen y Aleksander Petrovic, Zoran Cutura, Andro Knego, Danko Cvjeticanin o Mihovil Nakic. En la campaña 85/86, Pavlicevic fue nombrado primer entrenador de la Cibona, logrando esa temporada dos nuevos títulos más la segunda Copa de Europa, esta vez ante el Zalgiris de Sabonis, Kurtinaitis y Homicius. También fue suya la cuarta Copa de Yugoslavia lograda en diez años.
de ferrol a vitoria Luego de esta gloriosa etapa dio el salto al baloncesto de la Europa occidental. Ferrol fue su primer destino fuera de Croacia, fichando en el verano de 1986 por un Clesa que aspiraba a ser un club importante en ACB. Los resultados, sin embargo, no fueron tan buenos como se esperaba y Pavlicevic vivió su primer revés como entrenador. Sin desligarse del baloncesto español, continuó en nuestro país en búsqueda de otras oportunidades, aprendió bien el idioma y finalmente encontró acomodo en un equipo que también aspiraba a dejar a un lado su humilde trayectoria. Ese fue el Taugrés Baskonia de la campaña 89/90. Un club que bajo el primer año de Josean Querejeta como presidente comenzaba a apostar fuerte, dejaba ya ese label alavés que había caracterizado a la plantilla que afrontaba su último año en el polideportivo de Mendiozrroza e incorporaba jugadores con mayor potencial deportivo, físico y económico en los que fiar su crecimiento.
La temporada comenzó con dos victorias en las primeras seis jornadas. El mejor encuentro se pudo ver el 1 de octubre de 1989 ante el Barcelona en el viejo parqué de Mendi, donde el conjunto culé fue vapuleado por 107 a 87 en el primer duelo que Chicho Sibilio vivió ante el que había sido su equipo. El Taugres nunca más volvió a ofrecer esa espectacular imagen durante la temporada, y dos meses y medio después, el Barça se tomaba cumplida revancha en el Palau con una paliza por 112 a 64. Derrota que implicó el cese de Manu Moreno en el banquillo tras dos campañas y media en su segunda etapa al mando del equipo baskonista. Las siete victorias y nueve derrotas que llevaba el equipo antes de finalizar 1989 no eran los registros deseados por Querejeta, que se decantó por contratar a su primer técnico ajeno a la casa, Zeljko Pavlicevic. La experiencia acumulada en el baloncesto internacional y su extenso palmarés fueron razones suficientes para apostar por el croata, que apenas gozó de tiempo para preparar al equipo ante una nueva jornada. Así y todo, Pavlicevic asumió el reto de clasificar al equipo entre los ocho primeros equipos de la ACB y disputar los play off, algo que sí ocurrió además de disputar por primera vez la fase final de la Copa del Rey en Gran Canaria.
La experiencia en los banquillos convierten al técnico craoata en un buen referente para tratar de explicar la situación de alguien que debuta al frente de un equipo profesional como el vitoriano Ibon Navarro: “Cuando se produce un cambio de entrenador en las primeras sesiones de trabajo lo más importante es el contacto con los jugadores, incluso las primeras horas, porque no tienes semanas, solo dispones de algunos días para preparar el siguiente partido y apenas tiempo para cambiar algunas cosas”, reflexiona Pavlicevic, que añade: “En el deporte las fuertes inversiones muchas veces no salen bien, pero cualquier equipo debe ser siempre ambicioso y eso siempre es el primer paso”.
con aquella jugoplastika... A Zeljko Pavlicevic (primero por la izquierda de pie) le hubiera gustado seguir en Vitoria, pero diferencias contractuales provocaron su llegada en 1990 a la Jugoplastika de Split, entonces vigente campeona de Europa. Con el equipo amarillo logró el tercer entorchado con una plantilla de ensueño y unos jugadores de fantasía entre los que estaban Perasovic, Tabak y Toni Kukoc, uno de los mejores jugadores de todos los tiempos.