Duración: 1h 23:05 minutos de juego.
Saques: 1 de Titín III (tanto 14) y 3 de Berasaluze II (tantos 1, 9 y 16).
Faltas de saque: Ninguna.
Pelotazos: 627 pelotazos a buena.
Tantos en juego: 3 de Titín III, 3 de Merino II, 9 de Berasaluze II y 5 de Albisu.
Errores: 5 de Merino II, 4 de Berasaluze II y 8 de Albisu.
Marcador: 1-1, 3-2, 4-5, 4-6, 5-6, 6-7, 7-7, 7-8, 8-13, 17-14, 18-21 y 19-22.
Botilleros: Ejercieron de botilleros Martín Alustiza (con Titín y Merino II) y José Ángel Balanza 'Gorostiza' (con Berasaluze y Albisu).
Incidencias: Partido correspondiente a la liguilla de cuartos de final del Campeonato de Parejas de la LEP.M disputado en el frontón Adarraga de Logroño. Buena entrada.
logroño. No aflojaron el paso ni David Merino ni Jon Ander Albisu en el Adarraga de Logroño. Apenas limitados por el material, el de unos se les atragantó a los otros y viceversa, los dos jóvenes zagueros protagonizaron un toma y daca de bellísima factura, que se decidió por detalles y por el mayor acierto de Pablo Berasaluze delante, aunque anduvo timorato en algunos tramos del envite y demasiado tenso al inicio. Así las cosas, la zurda de Merino fue exquisita, así como el machete que tiene Albisu en la diestra. Los dos deslumbraron ayer. Cubrieron cancha, pegaron, defendieron y arrimaron en una versión grandilocuente del trabajo sucio que, a priori, está destinado a los zagueros. Ayer, el Adarraga se levantó para aclamarles, para ensañarse en el halago de sus piernas de maratonianos y sus pulmones gigantescos. Ambos mantuvieron vivo un duelo de tortícolis, en el que los delanteros tuvieron menor incidencia de la esperada. De hecho, Titín III, aunque defendió y puso en aprietos al vizcaino, apenas influyó en ataque con garantías más que en tres momentos puntuales.
Abrazados en un baile sin distancias, se pisaban los zapatos las dos parejas hasta el empate a siete en el luminoso. Por entonces, Pablo no había iniciado efervescente el encuentro a pesar del cañón del Albisu. De este modo, después de pasar por el vestuario, el vizcaino se entonó. Encadenó tres tantos consecutivos -solo del 3-2 al 3-5, los azules habían sumado una tacada con enjundia- marca de la casa y la cosa pintó azul. El cambio de pelota se le atragantó a Titín III, indolente, y a Merino II, un genio con la zurda, pero que se vio abrumado por el poder de Albisu. Y es que, después de la obertura de Berasaluze II, tocó el turno al bulldozer de Ataun. Dos derechazos enormes rompieron el partido y un saque-remate del mago berriztarra puso la puntilla (7-13).
Pero se repitió el guion. Si unos habían dominado con su pelota, los riojanos hicieron lo propio. Se aprovecharon de una frivolidad de Albisu, que buscó una volea potentísima al txoko que pegó colchón, para recuperar el saque, ir al cestaño y sacar su pelota. Merino II volvió a exhibir su zurda -y qué zurda- y puso a Albisu contra las cuerdas. Ante esto, Berasaluze II se diluyó y desapareció. No tenía pelota y ni opción de entrar. Se aferraron al partido los riojanos como lapas. Volvieron a alumbrar su defensa y Titín, que no estuvo acertado en ataque sí que brilló en esta lid, fue un muro para su adversario. Pablo, por su parte, tenía pocas pelotas para entrar y cuando lo hacía el caracolero estaba ahí.
Del 7-13 pasaron los colorados al 17-13. Basaron su remontada en la defensa y en la superioridad de Merino sobre Albisu. Ya llevaban tralla encima y David se recompuso mejor. El joven zaguero de Villar de Torre está haciendo un Parejas impresionante a pesar de que la suerte no le está sonriendo. Así, Albisu dudó y entró en barrena.
la resurrección Con Titín III en el suelo después de defender en el ancho tres ganchos, Pablo terminó con una volea al txoko y levantó los brazos. "Ya era hora", parecía decir. El impenetrable muro de los riojanos había cedido un poco después de una tacada de diez. Cuatro remates le costó. Un mundo. Una barbaridad. Se pusieron 17-14, recuperaron el saque y su pelota. Y Albisu volvió a recurrir a su machete, a sus dos brazos potentes y larguísimos. Fueron directos al 21 con una exhibición del de Ataun -bien respondido por Merino II, agobiado y sin ayudas- y con Berasaluze entonado, dando más velocidad a la pelota y rescatando el duelo en el txoko. Se acercaron los colorados, pero murieron en la orilla de Albisu.