Londres. El atleta keniano David Rudisha, absolutamente imperial en una demostración que se recordará por mucho tiempo, batió el primer récord mundial del atletismo en los Juegos de Londres ante la atenta mirada de Sebastian Coe, explusmarquista universal de los 800 metros y presidente del Comité Organizador (LOCOG).
Rudisha rebajó su propio tope universal hasta los 1:40.91, una décima menos (1:41.01) que la marca que tenía desde el 29 de agosto del año 2010, conseguida en la ciudad italiana de Rieti .
La plata fue para el botsuanés Nije Amos, que batió el récord mundial júnior con 1:41.73, y la de bronce para el keniano Timothy Kitum con 1:42.53, su mejor marca personal, en la mejor carrera de 800 de la historia.
Coe asistió desde la zona de autoridades como el resto del abarrotado estadio Olímpico a la exhibición sin parangón de este atleta keniano e incluso bromeó, feliz por el espectáculo que acababa de presenciar, con el presidente de la IAAF, el senegalés Lamine Diack, quien le dio la mano al concluir la carrera.
Sebastian Coe fue uno de los mejores mediofondistas de la historia. Fue campeón olímpico de 1.500 metros en Moscú'80 y Los Ángeles'84 y subcampeón en 800 en ambas citas.
Su récord mundial de 800 de 1:41.73 establecido en el año 1981 permaneció inquebrantable 16 años, hasta que le superó en 1997 el danés de origen keniano Wilson Kipketer, el predecesor de Rudisha.