“Lo que he intentado es no descartar nada, incluso aunque, a priori, una melodía, un ritmo, una armonía me pudieran parecer algo pastelero, presuntuoso, naíf o cualquier otro prejuicio que se nos ocurra”, apunta Iosu Izaguirre ante la publicación del segundo disco de su sexteto, Ilusio (Errabal Jazz-Sonora). El resultado son siete temas nacidos de esa inspiración que el contrabajista y compositor encuentra a las mañanas, cuando sale a pasear con su perra. “Es el momento de inspiración, de anotar ideas, de pensar melodías y grabarlas con el móvil para luego llegar a casa y tratar de desarrollarlas”, sonríe el creador alavés.
El álbum se está haciendo realidad justo ahora. En nada estará en plataformas, más allá de que también existe una versión física (CD) que se puede encontrar en Areatza, Andén 21, Zuloa, Disco Láser, Vinylora y Dazz. Además, se espera que para el arranque del nuevo año esté también en formato de vinilo. Son distintos caminos para encontrarse en el mismo lugar, en la música creada por Izaguirre y compartida con Aitor Bravo (batería), Asier Iturbe (trombón), Pablo Ramos (saxo alto), Rubén Salvador (trompeta) y Koldo Uriarte (piano).
Dejarse llevar
Tras un primer disco de Iosu Izaguirre Sextet marcado por la influencia de Charles Mingus (Mingus Moods), en este Ilusio “he tratado no autolimitarme, dejándome llevar”, aunque el artista reconoce que al principio del proceso, cuando desde Sonora le animaron a afrontar un nuevo álbum, le costó “encontrar la disciplina de componer”.
El día 30, el grupo acudirá, con el nuevo disco bajo el brazo, al Fin de Año Musical de Araia para compartir el álbum con el público
Fueron apareciendo así composiciones como Presaren preso y El logro del ogro, por ejemplo. “La gente que ha escuchado el disco me dice que cada tema es una película, un viaje”, apunta el creador, quien explica que las personas que han podido compartir ya este trabajo describen que “es un jazz o una música más accesible para cualquier público”.
Aitor Bravo, Asier Iturbe, Pablo Ramos, Rubén Salvador y Koldo Uriarte vuelven a reunirse en torno a la música de Izaguirre
Estas composiciones se pudieron escuchar por primera vez en el Abisinia, durante los cuatro conciertos que el sexteto ofreció el pasado mes de julio, justo antes de, ese mismo mes, grabar el disco en Vital Fundazioa Kulturunea (Dendaraba), un escenario que Sonora suele utilizar en estas ocasiones. Desde entonces, los encuentros con el público ha sido muy excepcionales, entre otras cosas porque todos los componentes de la formación tienen agendas muy activas. Con todo, el próximo día 30, el Fin de Año Musical de Araia recibirá a la banda en la sala Andra Mari (13.00 horas).
Un grupo compacto
Después de un primer disco que tuvo un desarrollo más que interesante en cuanto a conciertos, ahora llega un trabajo –cuyo diseño, entre otras cosas, está en manos de David Gotxikoa– que confirma esa magnífica relación establecida entre los músicos. “He tenido muy presente a cada uno a la hora de componer”.
Toma forma y fondo así un álbum que en su título apela a la ilusión “de tener un proyecto y creer en algo” pero también a lo ilusorio que puede tener “hacer otro disco con música minoritaria que seguramente no me llevará a ningún lado”, sonríe. Frente a eso está “el impulso, la necesidad y la ilusión de hacer, de crear”.