A lo largo de los años, son muchas las llamadas jóvenes promesas que han pasado por el escenario del Principal de la mano del Festival de Jazz. Es, de hecho, el espíritu fundamental de la segunda sede del certamen. Algunas de ellas, unas cuantas, se han confirmado con el tiempo. Un ejemplo es el propio Jose James, que este año ha regresado a la capital alavesa y que debutó en la ciudad en el ya lejano 2008. Otras, eso sí, se han quedado por el camino. Habrá que ver qué pasará con Sarah Hanahan. Por de pronto, ella ha querido dejar su tarjeta de visita por lo que pueda pasar.
Argumentos sólidos tiene para pensar en un futuro prometedor. De eso no hay duda. Además, a pesar de su juventud, no es precisamente una novata. La excusa perfecta para el debut en el festival era la presentación de su primer disco como líder, Among Giants, aunque la actuación ha empezado con un cambio de planes inesperado. Sus acompañantes han terminado siendo Luca Filastro (piano), Vincenzo Florio (contrabajo) y Andrea Nunzi (batería), es decir, los protagonistas de las madrugadas en el Ciudad de Vitoria.
El contexto
Ha tocado, por tanto, improvisar en más de un sentido, aunque la saxofonista ha sabido sobrevivir a la situación. Estas cosas también suman tablas, al fin y al cabo. Seguramente, el contexto ha impedido escuchar a Hanahan en todo su esplendor, pero la creadora norteamericana ha tenido el acierto de dejar en el palacio de congresos buenas dosis de lo que es y de lo que apunta llegar a ser.
El público ha sabido amoldarse también a la situación y ha aceptado esa tarjeta de visita dejada por la saxofonista, esa invitación a seguir sus pasos en el futuro. Es de esperar que no sea otra de esas promesas que no se termina de confirmar.