"El de En Tol Sarmiento es un camino hecho a base de persistencia, esfuerzo y constancia"
Tras el éxito de los conciertos en el BEC, los alaveses En Tol Sarmiento ya miran a 2026 y sus citas en Madrid y Barcelona
Desde Yécora, haciendo historia. Lo que En Tol Sarmiento ha hecho en los tres conciertos en el BEC de Barakaldo ha sido mucho más que una fiesta. Pero la banda de Álava quiere más. Por eso, ya mira a 2026, a los conciertos especiales que va a desarrollar en Madrid y Barcelona, proponiendo dos multitudinarias fiestas en torno al euskera y la cultura vasca. De hecho, para el Movistar Arena ya no queda ni un hueco. Las 15.000 entradas para este espacio han volado
¿Qué tal la resaca emocional, física, mental... tras los conciertos del BEC?
-Te puedo decir que ayer lunes los cuatro componentes del grupo estábamos enfermos (risas). Al cuerpo le tenemos que dejar tiempo para recuperarse. A nivel mental, te puedo decir que no soy consciente de todo lo que ha pasado. Además, como se ha decidido hacer tanto lo de Madrid como lo de Barcelona, no he tenido tiempo ni siquiera de ver el concierto del sábado que emitió EiTB. Tengo muchas ganas de verlo, pero es que no sé si el ser humano está preparado para vivir de manera natural una situación así. Necesitamos tiempo para ser conscientes de todo lo que ha significado el BEC. Yo te puedo asegurar que no tengo asimilado todo lo que pasó.
ETS anuncia un nuevo concierto en Barcelona tras arrasar en Madrid
Resulta extraño hablar de dos conciertos de dentro de año y medio, sabiendo que ya el de Madrid tiene las 15.000 entradas vendidas.
-Se está repitiendo un poco la misma historia que con el BEC. A año y medio vista parecía una locura. Pero también es verdad que plantear un concierto a más de un año te da perspectiva y tiempo para poner el nivel donde se merece, para trabajar bien las cosas. Bueno, igual es demasiado tiempo para darle vueltas a la cabeza, eso sí (risas). Tenemos claro que mucha gente de la que va a ir a Madrid son personas que disfrutaron de los conciertos del BEC. Al final, hemos preparado un show con un concepto relacionado con las fiestas populares y nos parecía coherente que en Madrid y Barcelona se pudiera ver lo mismo. Es algo que además aporta valor al patrimonio cultural, que se representen unas fiestas populares. Hacerlo fuera de aquí, creo que le va a dar otra dimensión. Es también posicionar nuestra identidad, nuestro idioma y nuestra cultura fuera. Son hitos especiales. Está claro que esto va a pasar muy pocas veces, pero creemos que es el momento de, en un mundo tan globalizado, buscar esa particularidad fuera de aquí.
¿Habrá más fechas?
-Es que lo de Barcelona no estaba planteado. Sabíamos que lo de Madrid iba a ser algo muy especial pero no esperábamos que se fueran a acabar las 15.000 entradas en tan poco tiempo. Nos sorprendió. Así que ayer vivimos cuatro horas de muchas conversaciones y trabajo. Lo más sensato y coherente para el grupo es también estar en Cataluña y que hablen de nuestra cultura y nuestro idioma allá. Por eso se planteó Barcelona. Pero ahora mismo, de verdad, no hay ningún otro sitio previsto ni más fechas. También queremos que sean celebraciones muy, muy especiales.
ETS: 20 años que celebrar junto a 45.000 personas
Descanso tras muchos meses de trabajo
Después de toda la preparación de los conciertos del BEC, ¿se han pedido no verse las caras durante un tiempo o...?
-(Risas) Es verdad que ha sido muy intenso, pero también es cierto que lo empezamos a preparar hace bastante. Además, no es un trabajo que hagas solo como grupo. Aquí ha intervenido mucha gente externa: productores, directores creativos, diseñadores... En enero del año pasado fue cuando empezamos a idear todo. Después, en mayo se empezó a preparar todo y en octubre empezamos con los ensayos. Además, tampoco te crear que hemos hecho tantos. Lo que hicimos fue condensar los encuentros. Hicimos dos grandes, uno en Durango y otro en Errenteria. Así que las tres semanas anteriores al BEC no hubo ningún ensayo porque estaba ya todo cerrado. Pero es verdad que ha habido mucho trabajo de programación a todos los niveles. Es algo que no habíamos trabajado tanto antes. Ha sido otro nivel. Ha sido muy intenso, nos hemos visto la cara mucho, pero más que entre nosotros, la relación ha sido con todos los equipos externos que han hecho realidad esto. La coordinación de tanta gente es lo que ha centrado el trabajo.
Hay una idea básica en estos conciertos que es la fiesta, la plaza, el compartir en la calle. Es curioso porque durante muchos años, a ETS se le criticó por eso, por ser "un grupo de verbenas de fiestas". ¿Estas actuaciones no son también una reivindicación?
-Desde 2018, desde que decidimos profesionalizar el grupo, no quisimos dejar esa parte del circuito de verano, de las fiestas de los pueblos. Es parte de la esencia de ETS. Pero también tratamos de darle un enfoque más profesional, vanguardista, moderno y creo que el haber llegado hasta este punto, nos lleva a reflexionar y a mirar a nuestro pasado con amor hacia lo que nos ha pasado con las fiestas de los pueblos. Así que sí, hay una parte de reivindicación de las fiestas y de este modelo. Sí, también ha sido una forma de callar la boca a esa gente que decías. La cultura popular, la fiesta y la vanguardia se pueden dar la mano. Es el reto que queríamos afrontar en el BEC y creo que se ha solucionado de manera muy elegante. Creo que la gente ha disfrutado de los conciertos. Los espectáculos siempre los preparamos desde el punto de vista del público. Es lo que hemos hecho también esta vez.
Izarra se cita en julio con Harrikada, el festival de techno queer y feminista
A nivel personal, ¿qué se lleva de esta experiencia?
-Buena pregunta... Creo que ahora mismo no te sé responder. Ha sido muy bonito pero al mismo tiempo muy duro. Yo jamás he pasado tanto tiempo focalizando la energía en un proyecto. Ha habido veces, y es así, que he pensado que no merecía la pena. El último de los conciertos, sobre todo, lo pude disfrutar. Los tres han salido genial, no me entiendas mal, pero sí me quedo con el último porque lo pude disfrutar un poco más. Pero creo que necesito tiempo para evaluar todo. Ahora mismo estamos en medio de toda la tormenta, de una tormenta en positivo, y creo que necesito unas vacaciones y darme cuenta de todo lo que ha pasado. Los últimos meses he estado tan centrado en esto que he dejado de lado muchas partes de mi vida. Quiero que pase el tiempo y descansar un poco.
El txistu de Garikoitz Mendizabal aterriza este miércoles en Vitoria
¿Al Iñigo Etxezarreta compositor, lo tiene abandonado?
-Sí (risas). En 2024 le di un poco de tiempo pero en los últimos meses no he podido hacer nada. Me da pena porque, al final, me he dado cuenta de que parte de mi felicidad está condicionada al tiempo que paso componiendo. Para mí es una especie de terapia y relajación. En este tiempo no he podido sentarme con la guitarra a escribir nada y lo necesito. En 2025 vamos a tener más tiempo que otros años, así que espero retomarlo. Es hora de volver a coger la guitarra, sí.
“No nos encasillamos en hacer un estilo de música ya que cada canción tiene una identidad propia”
20 años a celebrar
El grupo ha celebrado sus 20 años con estos conciertos, pero ¿no ha habido o habrá una cena, una reunión interna...?
-(Risas) Pues no lo ha habido y te cojo la palabra porque no es mala. A final de cada año hacemos una comida de grupo, una especie de cena de empresa, y en 2024 también lo hicimos, pero es verdad que los 20 años son ahora y tendremos que darle una vuelta. La preparación de todo esto ha sido tan intenso, que nos lo merecemos.
Es evidente que aquel Iñigo de hace 20 años no podía imaginar todo esto, ¿pero qué bonito ha sido el camino, verdad?
-Muchísimo. Ha sido un camino lento porque todo se ha conseguido paso a paso. El grupo, como decías antes, por mucho que estuviera llenando plazas, hace diez años no tenía igual el respeto de diferentes ámbitos, de medios de comunicación o de la propia industria. El haber ido recogiendo poco a poco la cosecha nos ha hecho ser conscientes de cada momento. Hemos ido aprendiendo poco a poco. ETS empezó de cero, sin ningún tipo de conocimiento musical, y es bonito llegar hasta aquí. Es un camino hecho a base de persistencia, esfuerzo y constancia. Ha sido bonito, pero también hay que tener claro que hay mucho trabajo detrás. La música es mi pasión, pero al final también condicionas partes de tu vida personal.