Fue en junio del año pasado. Elciego y otros puntos de Rioja Alavesa se convirtieron en el escenario propicio para el rodaje de la versión cinematográfica de El secreto del orfebre, filme dirigido por Olga Osorio que toma como punto de partida la novela homónima de Elia Barceló. Ahora, meses después, llega el momento de que el público se encuentre con esta producción cuyo reparto vuelve a unir en la pantalla a una pareja bien conocida conformada por Mario Casas y Michelle Jenner.

En concreto, va a ser este viernes 28 cuando empiece la distribución por las salas comerciales de un filme que va a llevar a convertir a Rioja Alavesa en el escenario compartido, a buen seguro, por miles de espectadores. Tanto el éxito del libro como el tirón que tiene la pareja protagonista hacen pensar en que la respuesta en taquilla va a ser, como mínimo, más que interesante.

Un verano en Álava

Fue entre los pasados junio y julio cuando Rioja Alavesa se convirtió en un gran plató de rodaje para la nueva película de Osorio. El filme fue tomando forma y fondo en tierras alavesas contando además con la participación de no pocos vecinos y vecinas, que hicieron de extras en varias escenas, sumándose a un reparto en el que también figuran intérpretes como Zoe Bonafonte y Enzo Oliver.

Un momento del rodaje en Elciego DNA

Fue en Elciego donde tuvo lugar una parte importante del rodaje del filme. “Nos está haciendo el trabajo muy fácil y cómodo”, apuntaba entonces a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA la directora de la película, Olga Osorio. Jenner y Casas protagonizan esta historia que toma como referencia la novela homónima de Barceló. Cuando a la realizadora se le preguntó durante su estancia en Álava por las sensaciones que quiere dejar entre quienes vean su creación, ella lo tuvo muy claro: “cuando el público la vea, al final de la película no sé si estará llorando, pero tendrá alguna lagrimita en la comisura del ojo”.

La pareja protagonista

Asimismo, “creo que también sonreirá, se ilusionará y, sobre todo, se dejará inundar por cierto sentimiento de nostalgia. Es el eje vertebral de la película, la nostalgia”, apuntaba la también guionista, que afronta con este filme su segundo largometraje. Un filme, por cierto, que es una producción de Adrián Guerra y Núria Valls para Nostromo Pictures con la participación de Movistar y la ayuda del ICEC y que cuenta con las ventas internacionales de Film Factory.

A nadie se le escapa, por supuesto, que uno de los grandes atractivos, pensando en el público potencial, de la producción está en su pareja protagonista. Son dos caras de sobra conocidas, con, además, una historia común en las pantallas. Esto podría ser un problema a la hora de que los espectadores se identificasen con los personajes de El secreto del orfebre. Sin embargo, la directora entiende que no hay peligro en este sentido.