Ni entre ellos ni de cara al público necesitan de presentaciones. Los alaveses Gorka Aguinagalde e Iñigo Salineros han compartido no pocas veces escenario y pantalla, sin perder de vista que, ante todo, hay una amistad que viene de lejos. Vuelven este viernes a reunirse con los espectadores en la sala Kubik para compartir risas, y no solo, a través de Todo sobre mi abuela. Las puertas del espacio de la calle General Álava se abrirán a las 22.00 horas, quedando todavía alguna entrada disponible. A partir de ahí, tocará reírse, aunque ambos avisan de que también habrá algún que otro momento de “lagrimilla en el ojo”. Normal cuando se habla de la relación entre una amama y su nieto.

De nuevo juntos y revueltos. 

–G.A.: Yo estaba retomando el personaje de Patxi, pero cuando Iñigo empezó a estar en redes con el perfil de la Iñiga Salinera, se nos ocurrió que podía ser la abuela de Patxi. Pensamos que igual había sido expulsada de varios asilos por tocar el culo a los enfermeros, por repartir pastillas sin ton ni son. De ahí nació un poco todo. La verdad es que, todo hay que decirlo, son cinco asilos los que la han echado y, al final, Patxi, la tiene que llevar a vivir con él. Ahí está el conflicto generacional.

–I.S.: Igual es una propuesta más teatral que lo que hemos hecho antes, recuperando un tanto la idea de Cotillas. Es decir, no se trata de nuestros monólogos en estado puro, sino que aquí hay un componente teatral que está presente.

¿De dónde sale Iñiga Salinera? 

–I.S.: Pues nace porque me bloquearon en Facebook. Como no podía usar mi perfil de Iñigo Salinero y me daba pereza abrir un nuevo con mi nombre, cree el de ella, retomando el personaje de la señora Jesusmari. Así que abrí eso y el resto es historia (risas). Tiene un punto de homenaje a la tercera edad. 

–G.A.: A las canas.

–I.S.: Eso es. A mí me gustaría ver a una señora de esa edad y ese calibre haciendo un monólogo. Es una mirada a esas abuelas de antes, que son cañerísimas. En el personaje hay muchas cosas que vienen de mis tías y de mi familia.

"La clave está en que yo me río con Iñigo, me gustan sus chorradas. Ahí está el truco. Si me aburriera con él, seguramente no estaríamos aquí y viceversa"

¿Cómo es la relación entre Patxi e Iñiga Salinera? 

–G.A.: Bueno, es una relación de abuela-nieto particular (risas). Hay una lucha generacional. Pero hay una ventaja en esto. Estamos escudados en dos personajes icónicos, una abuela de las de antes y un casero. Eso nos permite, por así decirlo, pasarnos más. No es un monólogo de stand up comedy, porque ahora, con la piel tan finita que hay, en ese formato se hila muy, muy fino. Aquí no. Aquí tienes diciendo las cosas a una venerable octogenaria.

–I.S.: Que tiene un punto de venerable anciana pero también de puta vieja (risas).

–G.A.: Y de Patxi... bueno, ya se sabe qué carácter tiene. Es un poco fantasma y muy noble, y no tiene filtros en la boca. Ahí está la cuestión, en que nos juntamos dos sin filtros y eso nos permite hablar de temas que si estuviéramos tratando en plan monologuista, chocarían más. Son dos personajes más permisivos para hablar de determinadas cuestiones. 

Lucha generacional

¿Cuántos años lleva Gorka Aguinagalde con Patxi? 

–I.S.: Todos (risas).

–G.A.: No sé, no sé... Es que me pongo la tripa y la txapela y ya pienso como él. Creo que llevo infinitos, por ponerte una cifra (risas). Es un personaje que empatiza con el público. Y la gente conecta con él rápido, porque todos conocemos tipos así. Se hace querer. Y el encuentro con esta abuela está genial. Lo bueno de las abuelas con los nietos es que tienen más relación que con los padres, por lo menos en ciertas cosas. Al espectáculo le metemos todo el gamberreo posible, pero también ternura. Queremos que haya un poco de lagrimita (risas). En casa siempre pasa, que puedes tener a una abuela y a un nieto todo el día refunfuñando pero luego, hay amor. Una abuela y un nieto se pueden decir de todo, pero métete tú con uno de los dos, que ya verás.

–I.S.: Hay momentos en los que la abuela a Patxi le llega a avergonzar e incluso a callarle la boca. Claro, eso a Patxi nadie se lo puede hacer, pero es que es su abuela. Una abuela se puede pasar 20 pueblos, que tú no vas a decirle nada. 

Hasta qué punto sus abuelas están presentes. 

–G.A.: Al final, mamas de lo que tienes al lado. Vas cogiendo cosas.

–I.S.: Es que todos hemos tenido a esa tía del pueblo que te pillaba del moflete y te decía: ¡pero qué guapo estás! Y luego te daba dos besos que se te quedaban marcados en la cara. Son mujeres que no tiene filtros, que son brutalmente honestas. Te van a decir que estás gordo y te lo van a decir así. Nada de buscar otras palabras. No, no. Estás gordo y punto (risas). 

–G.A.: Y te lo dicen desde el cariño (risas).

–I.S.: Bueno... Sí, en el fondo te lo dicen con cariño, pero no suena así (risas).

Kubik es un sitio que conocen a la perfección. 

–G.A.: Sí, sí.

–I.S.: Esa es otra porque para nosotros es una actuación bastante especial. Allí siempre actuamos en navidades, es una fecha singular...

–G.A.: Y te encuentras con un tipo de público diferente a otras ocasiones. Quieras que no, el personal te está viendo mientras tiene una copa en la mano. Eso hace que puedas ser un poco más crápula que en un teatro o en las fiestas de un pueblo.

–I.S.: Actuar en casa, además, siempre es especial. Seguro que habrá unos cuantos amigos, por si fuera poco, así que...

–G.A.: Bueno, nos contraprograman los SA, pero qué le vamos a hacer (risas).

Está Gorka Aguinagalde con el programa en ETB, Iñigo Salinero sin parar, también como guionista... ¿Complicado cuadrar agendas para ‘Todo sobre mi abuela’? 

–G.A.: Buscamos el hueco. El trabajo ya está estrenado y eso hace que la labor previa esté realizada y consolidada. 

–I.S.: Tampoco, a estas alturas, nosotros nos rayamos ya con determinadas cosas. Sabemos que hasta que no tenemos algo a la altura de lo que podemos ofrecer, no se saca y ya está. 

–G.A.: Es cierto que siempre vas trabajando con el texto. Eso no para. Por eso decía antes que el hecho de actuar en Kubik te permite ser más crápula. A eso también nos sabemos adecuar. Además, siempre dejamos huecos para la improvisación. Creo que la gozaremos y el público que esté con nosotros.

Gorka Aguinagalde e Iñigo Salinero Jorge Muñoz

Una prolífica relación

Aguinagalde y Salinero, Salinero y Aguinagalde. Hay matrimonios que duran menos que ustedes trabajando juntos. 

–G.A.: Ya llevamos unos añitos, sí (risas).

–I.S.: Además, hemos hecho de todo. No todo es responsabilidad nuestra, pero hemos coincidido en series de televisión, en cortometrajes, en... Después de tantos años, nos entendemos muy bien

–G.A.: Es cierto que estar con él es una pelea continua. Yo no le soporto (risas).

–I.S.: Yo, por ejemplo, los monólogos de Patxi me los sé de memoria. 

¿Dónde está el truco para entenderse? 

–G.A.: En que nos lo pasamos bien. Nos ponemos a escribir y nos reímos. Es curro pero hacemos lo que nos gusta. La clave está en que yo me río con Iñigo, me gustan sus chorradas. Ahí está el truco. Si me aburriera con él, seguramente no estaríamos aquí y viceversa. 

"A mí me gustaría ver a una señora de esa edad y ese calibre haciendo un monólogo. Es una mirada a esas abuelas de antes, que son cañerísimas"

La siguiente representación... 

–G.A.: Pues mira, se ha dado la casualidad de que el día 27 hacemos doblete. Actuamos en Mendavia y luego venimos aquí.

–I.S.: Pero está bien porque eso nos sirve para calentar, como los profesionales (risas).

–G.A.: No hay cansancio. ¿Somos vascos o ratones? (risas). 

Mirando a 2025, los planes en el caso de Gorka seguirán por el programa de televisión... 

–G.A.: Sí, sí. A partir de enero, el programa va a pasar a ser de martes a viernes. Es el único cambio. Mientras nos aguanten, ahí seguiremos.

Se ha puesto ese horario nocturno muy complicado... 

–G.A.: Es que nos peleamos con Broncano, Motos, Wyoming, el fútbol... Pero poco a poco vamos haciendo el programa que queremos. Tenemos que olvidarnos de Broncano y los demás. Nosotros tenemos que hacer nuestro programa para ETB, para el público de aquí y con cosas de aquí. No nos podemos comer la cabeza intentando competir con otros que tienen presupuestos infinitamente mayores. Nosotros a lo nuestro. Tenemos buen equipo y estamos a gusto.

¿Y en la agenda de Salinero para el año que viene está...? 

–I.S.: Este año he tenido muy buena racha en lo audiovisual y espero que en 2025 pueda seguir la cosa. Más allá de eso, me quiero poner a escribir. Voy a hacer un monólogo nuevo, eso desde luego. Pero viendo cómo ha funcionado la película de El carné, quiero ponerme a escribir más guiones para cortometrajes y no solo. Bueno, quiero escribir para hacer, claro, no para que se quede en un cajón (risas).