Serán las tres propuestas que llegarán al Principal con motivo de las fiestas de La Blanca las que pondrán el broche a la programación estival de la Red Municipal de Teatros de la capital alavesa. También las que servirán para cerrar el camino actual del centenario edificio de la calle San Prudencio antes de la reforma a la que se va a someter. De todas formas, en estas mismas tablas todavía tienen que suceder muchas cosas, como las dos citas de esta semana con el público.
Es más, ambas están cerca de colgar el cartel de completo en la taquilla. La que está a nada de conseguirlo es, también, la más cercana en el tiempo. Este miércoles, julio se despedirá con el concierto especial Udako oroimenak. Bajo la batuta de Fernando Velázquez, y contando con una orquesta conformada por medio centenar de músicos vascos, el público podrá descubrir otra faz de las canciones de Iñigo Etxezarreta, Idoia Asurmendi, Eñaut Elorrieta y Josune Arakistain.
El concierto se producirá a las 20.30 horas y desde hace ya días solo queda algún hueco suelto en los palcos del patio de butacas. Todo el resto del papel ha desaparecido a una velocidad más que importante. Alicientes no le faltan a una actuación especial que el Ayuntamiento de Vitoria ha programado como uno de los últimos regalos singulares que el teatro se hace antes de desaparecer de escena durante, por lo menos, los próximos 30 meses.
“Como intérprete sabes que lo que vamos a ofrecer este día es algo único”, apunta el cantante de los alaveses En Tol Sarmiento. Unir la escena actual y la música de orquesta en un proyecto para “romper fronteras”, como explica el premiado y reconocido compositor, director de orquesta y productor Fernando Velázquez. No hay límites “físicos, políticos, lingüísticos...”. Al contrario, se busca ofrecer música en “un lugar de encuentro que es el teatro”.
Carcajadas
Si la música va a ser protagonista este día, agosto arrancará el 1 con el humor como santo y seña. Así va a suceder a la misma hora gracias a la presencia de El Monaguillo, que estará presentando en el Principal el monólogo Efectiviwonder. En este caso, sí quedan algunas entradas más disponibles en el anfiteatro segundo. El resto, está todo lleno.
En este montaje, Sergio Fernández Meléndez ofrece “un paseo por su infancia y las diferencias entre antes y ahora, de cuando éramos chiquillos porque aunque ahora nos digan lo contrario, nosotros no estábamos diagnosticados”, apuntan desde la Red de Teatros. “No teníamos tik tok, nuestra diversión era tirarnos piedras y si le abrías la cabeza a un amigo, decías: qué buena tarde he echao”. Tras su paso, las últimas citas del Principal serán ya las correspondientes a La Blanca.