Este domingo se levanta el simbólico telón de las fiestas de La Blanca y con la llegada de Celedón también se pone en marcha la programación escénica del Principal. En estas fechas, a la Red de Teatros de Vitoria siempre le gusta seguir una senda marcada por la comedia, más allá de que las propuestas sean bien diferentes entre sí. Sucede así de nuevo en este 2024, aunque esta vez todo tiene un carácter especial.
Al fin y al cabo, cuando el día 9 las fiestas se terminen y Celedón regrese a los cielos, el centenario edificio de la calle San Prudencio cerrará sus puertas de manera indefinida. La teoría dice que durante 30 meses, se someterá a una profunda reforma cuya cuenta atrás arrancará en el mismo momento en el que los últimos aplausos se dejen de escuchar.
Esta particular senda final tendrá el primer reclamo en El novio de España, montaje del que se ofrecerán tres sesiones los días 4 y 5 de agosto, en la primera jornada a las 22.00 horas y en la segunda tanto a las 19.30 como, de nuevo, a las 22.00 horas. Christian Escuredo, Carmen Raigón, Didac Flores y Carmen Morales son los encargados de dar vida obra de Juan Carlos Rubio, quien también se encarga de la dirección de la propuesta.
Realidad y ficción se dan la mano en una creación que promete “emoción y diversión”. Lo hace, eso sí, tomando como referencia un momento de la historia reciente que sigue generando no pocos debates hoy en día en el ámbito de la política. “Queremos hablar del pasado para no repetir los errores”, apunta Rubio, que hace volver a coincidir en su historia a Luis Mariano y Carmen Sevilla.
Unas fiestas llenas de teatro
Cuando el 9 de agosto se baje por última vez el telón, no solo acabará la programación teatral de La Blanca en el Principal. También el teatro cerrará de manera definitiva sus puertas para afrontar el proceso de reforma que va a tener el edificio cerrado durante, al menos, 30 meses. Hasta que llegue este momento, eso sí, del 4 al 9 de agosto la comedia será predominante en la propuesta de las centenarias tablas de la calle San Prudencio. A la presencia de El novio de España (4 a las 22.00 y 5 a las 19.30 y a las 22.00 horas), Las nubes con Pepe Viyuela (6 y 7 a las 19.30 horas) y Nunca he estado en Dublín (8 en euskera y 9 en castellano, ambos días a las 19.30 horas).
Una boda imposible
Esta pieza es la segunda entrega de la trilogía iniciada con En tierra extraña, donde Rubio fabulaba con un encuentro ficticio entre Concha Piquer, Federico García Lorca y Rafael de León. Ahora son el cantante de Irun y la actriz y cantante de Sevilla quienes sirven para articular un espectáculo ambientado en 1952, durante el rodaje de la película Violetas imperiales, donde se muestra el conflicto de los exiliados políticos tras la Guerra Civil, entre los que se encontraban Luis Mariano y su familia. Él se vio obligado a exiliarse a Francia con su familia, siendo su ilusión poder regresar con sus padres.
Para ello, más allá de su homosexualidad, intentó casarse con Sevilla para facilitar los trámites. No fue posible. Es el punto de partida de una obra que mira también a un presente en el que, como explica Carmen Morales, “ojalá no fuera necesario hacer ya este tipo de reivindicaciones”. La actualidad está presente en esta comedia, en una pieza que se sirve de la distancia para poder hablar de una “dictadura que nunca debió ser”, dice Rubio, quien repite en varias ocasiones esa necesidad de aprender del pasado para no revivir errores. “Ahí está el problema de los fanatismos, que se creen que la Historia es nueva”, que no saben leer de lo ya sucedido para aprender las lecciones de lo vivido.
También, como subraya el director, se trata de recuperar con este montaje la figura de Luis Mariano. “Es necesario recuperar a personajes como él porque se les ha dejado en el olvido” a pesar de su trayectoria. Así se podrá compartir en el arranque de las fiestas de La Blanca, quedando todavía entradas disponibles para las tres sesiones.