En el año escaso al timón del Gobierno vasco, Imanol Pradales acredita una amplia hoja de servicios de acciones y actuaciones desarrolladas sobre materias concretas. El Alderdi Eguna era un escenario adecuado para compartir todas ellas con la militancia y los simpatizantes de EAJ-PNV y el lehendakari desgranó muchas de ellas y proyectó planes futuros. Para poderlas llevar a cabo, reclamó un marco competencial más amplio para contar con las herramientas necesarias y en concreto se refirió a las políticas migratorias, tan en boga tanto entre las preocupaciones de la ciudadanía como en el debate político.

El lehendakari, Imanol Pradales, durante la celebración del 'Alderdi Eguna' Iñaki Berasaluce / Europa Press

En 1979, cuando se aprobó el Estatuto de Gernika, vivían en Euskadi 10.000 personas de origen extranjero, frente a los casi 300.000 actuales, tal y como recordó Pradales. El lehendakari, que precedió en el turno de palabra a Aitor Esteban, demandó nuevas políticas para gestionar la migración y así poder acoger e integrar de manera adecuada “a quienes llegan a Euskadi en busca de un futuro mejor”. En ese sentido, exclamó que los inmigrantes tendrán las puertas abiertas “siempre que se cuide y se respeten las normas”.

En este contexto apeló al refuerzo del autogobierno vasco y a la necesidad de que sean ya transferidas las competencias reconocidas por el Estatuto vasco y que aún permanecen en manos del Estado 46 años después de su aprobación. "Las competencias pendientes pertenecen, por Ley y referéndum, al pueblo vasco desde 1979; exigimos lo que es nuestro", enfatizó ante los miles de seguidores que se dieron cita en las campas de Foronda.

En los últimos meses el proceso transferencial ha tomado un buen ritmo con el traspaso de varias materias, entre las que se incluyen las políticas activas de empleo y el subsidio de desempleo. Euskadi asumirá así la gestión, desde una ventanilla vasca, desde Lanbide, del pago de las prestaciones contributivas de desempleo que recibe una persona cuando pierde su trabajo o se reduce su jornada laboral entre el 10% y el 70%, incluyendo la cotización por jubilación, incapacidad temporal, invalidez, muerte y supervivencia, asistencia sanitaria, maternidad y paternidad y cuidado de menores con cáncer y otras enfermedades graves. También gestionará los subsidios del paro que cobren quienes no han cotizado lo suficiente para llegar a recibir la prestación, o bien porque se les ha agotado ya.

No obstante, el lehendakari advirtió de las dificultades con las que se encuentran a menudo ya que “lograr cada competencia es como sacar una muela”. Tras recordar que "queda mucho" por hacer en este ámbito, criticó que, desde la Administración española, inicialmente "todo son buenas palabras", pero que "en cuanto llega el primer papel, la negociación se complica". También avisó de que “ni nos van a dar gato por liebre, ni vamos a aceptar mercancía averiada”.