Luka Samanic (Zagreb, 2000) es uno de los seis jugadores que se mantienen en el Baskonia de la pasada temporada. Con una calidad y condiciones físicas indiscutibles, generó algunas dudas en su llegada a Vitoria por su irregularidad, pero fue una de las noticias positivas del fin de curso con grandes actuaciones en el play off que terminaron de convencer al club para mantenerlo en nómina. Este curso tendrá la misión de mantener esas sensaciones y asentarse como pívot titular, algo que intentará con actos sobre la cancha y no con palabras. Como muestra al responder las cuestiones que le plantea este periódico, no esquiva ninguna pregunta y le gusta ir al grano. A ello vamos.
Afronta su segunda temporada en el Baskonia. ¿Está contento de estar de vuelta en Vitoria?
Sí, estoy muy feliz de estar aquí, es un buen lugar en el que estar. No puedo esperar a que comience ya la nueva temporada.
El club tenía una opción para rescindir el contrato unilateralmente. ¿Ha estado nervioso en verano por la incertidumbre?
No, para nada, he estado muy tranquilo. He aprovechado para descansar y pasar tiempo con mi familia. Me gusta el Baskonia y después de la pasada temporada quería seguir aquí. Confiaba en que el club iba a querer seguir contando conmigo, pero tampoco me agobiaba la posibilidad de tener que buscar otro destino.
Llegó al Baskonia en una situación delicada, con la temporada ya en marcha y poco tiempo para adaptarse. Sin embargo, terminó el curso muy bien con grandes actuaciones contra el Real Madrid en el play off. ¿Siente que este tiene que ser su año?
No lo sé, sólo sé que voy a dar lo mejor de mí. No quiero ponerme presiones innecesarias sobre mis hombros. Trabajaré y me esforzaré cada día y espero que sea suficiente para lo que queremos conseguir.
¿Y qué quieren conseguir?
Ganar el máximo número de partidos posible, ese es el objetivo. Personalmente, me gustaría que nos clasificáramos para la Copa del Rey, el play off de la Euroliga y el play off de la ACB.
Fue difícil su adaptación a la Euroliga el curso pasado?
No, la verdad es que se me hizo muy fácil. Mi rol con Pablo Laso era jugar tanto en el puesto de cuatro como en el de cinco y yo hice lo que necesitaba el equipo en cada momento.
“El estilo de Galbiati se adapta a la perfección a mi juego: correr, atacar, tirar, defender y divertirse”
Sus mejores minutos llegaron contra el Madrid jugando como pívot. ¿Es esa la posición que mejor se adapta a usted en el baloncesto europeo?
Me da igual realmente. Puedo jugar en el cinco, en el cuatro e incluso en el tres. Sí que es verdad que me gusta ejercer como pívot porque es el puesto en el que más ventaja tengo en los emparejamientos.
¿En qué aspectos le gustaría mejorar esta temporada?
Sobre todo en el lanzamiento exterior. Mi objetivo es tirar con más consistencia y mejorar mis porcentajes de acierto en el triple. Fui irregular el curso pasado.
El equipo ha cambiado mucho este verano. ¿Qué opina de las caras nuevas?
Desde el nuevo secretario técnico hasta los jugadores y el entrenador creo que son todos maravillosos. Esto es como una familia y es una de las razones por las que estoy entusiasmado de estar aquí de vuelta. Somos optimistas, estamos trabajando duro cada día y creo que el entrenador es genial. Estamos creando una especie de comunidad y creo que va a ser una buena temporada.
¿Está cambiando Paolo Galbiati tantas cosas como parece desde fuera?
Creo que cada entrenador es diferente y Paolo no es una excepción. Estamos trabajando muy duro, él quiere que seamos un grupo que esté unido y creo que va en el buen camino para conseguirlo.
¿Qué novedades está intentando implementar?
Realmente tampoco hay tantas diferencias, cada uno tiene su estilo, pero no es nada revolucionario. Sí que hay más normas que tenemos que seguir y está incidiendo mucho en la unidad del grupo.
¿Qué clase de normas? ¿Relacionadas con la disciplina?
No, no. Tienes que ser profesional y puntual siempre, con cualquier entrenador. Me refiero a normas como hablar más durante las cenas, juntarnos cuando tengamos un día libre... Este tipo de cosas hacen que el grupo esté más unido y nos conozcamos mejor los unos a los otros dentro y fuera de la cancha.
“El objetivo sigue siendo volver a la NBA en el futuro, pero ahora sólo pienso en el Baskonia”
Es de los pocos jugadores que siguen de la pasada temporada... ¿Se siente más importante dentro del vestuario?
No lo sé, creo que todos somos importantes. Intento hacer mi trabajo y sea lo que sea lo que me pidan, lo haré. Quiero ser importante, claro, pero veremos cómo va la temporada. Intentaré dar lo mejor de mí y ayudar a los nuevos compañeros a adaptarse y a conocer la ciudad y a los aficionados lo mejor posible.
La batería interior del equipo con Diop, Diakite y usted ha generado debate este verano por su corta estatura en comparación con otras plantillas de la Euroliga. ¿Qué opina?
Creo que estamos preparados. Ya competimos en la Euroliga el curso pasado, el tiempo lo dirá.
Les va a tocar defender a gigantes como Tavares, Moustapha Fall, Papagiannis...
Somos mejores que ellos. Es una buena pregunta si vamos a poder defenderlos, pero, ¿van a poder defendernos ellos a nosotros? Esa es una mejor pregunta.
Los resultados de la pretemporada no han sido muy esperanzadores. ¿Deberían estar preocupados los aficionados?
No. Creo que hay que tener paciencia, es un nuevo equipo con un nuevo entrenador. Nos han faltado piezas y hemos jugado con canteranos jóvenes. Todavía no se ha visto nuestra versión definitiva. La temporada es larga, son 70 partidos más las eliminatorias. Esto no es más que el comienzo.
¿En qué debe mejorar el equipo de cara al inicio de los partidos oficiales contra el Olympiacos?
Creo que tenemos que llegar en la mejor forma posible en cuanto a capacidad de correr la pista porque el entrenador quiere que juguemos rápido. Para jugar a esa velocidad tenemos que estar en forma y también conocernos lo mejor posible los unos a los otros para poder conectar bien sobre el parqué.
“Este curso quiero tirar con más consistencia y mejorar mis porcentajes en el triple”
¿Se encuentra cómodo en ese estilo de juego tan vertical?
Sí, desde luego. Creo que es un estilo que se adapta a la perfección a mi juego: jugar rápido, correr, ser agresivo, tirar, defender y divertirse.
Una de las principales diferencias está en el uso de los cambios. Ahora les toca jugar durante periodos más cortos. ¿Le está costando adaptarse a ello?
No, está siendo fácil. Honestamente, pensaba que iba a ser complicado acostumbrarme a ello, pero cuando entras a la cancha y empiezas a jugar a ese ritmo te das cuenta de que es necesario descansar cada poco tiempo. Es muy exigente jugar así, sobretodo para un pívot. Creo que funciona bien su estrategia.
Repasando su carrera, ha jugado en muchos equipos pese a ser aún joven. ¿Por qué dejó el Barcelona en sus inicios para irse al Olimpija?
Porque quería competir en el baloncesto profesional y el Barça es un club muy grande en el que iba a ser más difícil contar con minutos. La decisión fue buena porque después terminé en la NBA.
¿Qué aprendió de su paso por los Estados Unidos?
Muchísimas cosas, es un mundo totalmente diferente. Definitivamente, es la mejor liga del planeta y cuando tienes la posibilidad de enfrentarte a jugadores de tanto nivel aprendes mucho.
Tras ello, el pasado verano decidió probar suerte en la Euroliga con el Fenerbahce, pero se marchó sin llegar a debutar. ¿Qué ocurrió?
Nada, fue simplemente un problema familiar privado que tuve que atender y, desafortunadamente, no me quedó más remedio que marcharme.
Al final, tras pasar por el Cibona, aterrizó en el Baskonia. ¿Siente que ha encontrado al fin su lugar o le gustaría volver a la NBA?
El objetivo sigue siendo volver a la NBA en el futuro, pero por ahora estoy muy feliz aquí y estoy donde quiero estar. Sólo pienso en el Baskonia y quiero hacer grandes cosas aquí.