Un aperitivo en el Prado fuera de las teóricas fechas oficiales, dos entrantes en el Principal para el lunes y el martes, y el grueso del menú entre el miércoles y el sábado. Es la fórmula que definió hace doce meses el Festival de Jazz de Gasteiz y que parece querer mantener, añadiendo en este 2024 un postre para el próximo domingo, un dulce que busca poner los dientes largos a los más jóvenes.
En pocas palabras, es la receta que el certamen espera que triunfe con la idea de ir asentando una nueva fórmula del evento que permita adaptarse tanto a los tiempos postpandémicos como al escenario que dibujan tanto las posibilidades presupuestarias como la propia escena del jazz en este siglo XXI. Lo que parece claro es que, sin perder de vista la referencia del antiguo restaurante, hay que amoldarse si se quiere seguir con las puertas abiertas. Del recuerdo no se come o no, por lo menos, durante mucho tiempo.
El certamen, por lo menos para los próximos 30 meses, va a tener que decir adiós estos días a una de sus sedes de referencia, el Principal
Otra cosa es que a más de un habitual en el festival le extrañe, por ser finos, la presencia de Trueno en la última jornada. Poco o nada tiene que ver Mateo Palacios Corazzina con el jazz –en esto, el concierto sí difiere bastante del paso hace dos años de Kase O– y hay quien se pregunta si la forma de llamar la atención del público joven sobre un estilo es proponer actuaciones que no están relacionadas con él. A buen seguro, el debate continuará durante el servicio. Pero es que ese picante también viene bien. Sin intercambio de opiniones, sería todo demasiado aburrido.
Arranque solo en el teatro
Con todo, la actuación del rapero llegará al final de la carta. Tienen que pasar muchas cosas antes de que ese concierto ponga punto final a esta cuadragésimo séptima edición. De manera oficial, la cocina se pone en marcha mañana. Lo hace, además, en un Principal del que toca despedirse, por lo menos, durante dos años y medio. Eso sabiendo que los plazos con las obras públicas...
También esta idea de centralizar casi toda la atención las dos primeras jornadas en el teatro viene generando desde el año pasado unas cuantas discusiones. Pero el festival no tiene miedo a hacer sus pruebas y en ello anda. Así, tanto este lunes como el martes, en las centenarias tablas de la calle San Prudencio, se sucederán las actuaciones, en ambos casos a las 20.30 horas, de Christie Dashiell y el proyecto de Myra Melford, Fire and Water Quintet. La cantante de Washington está intentando asentar su camino también fuera de Estados Unidos y aquí acude con su segundo disco, Journey In Black. Mucho más lleva en esto la pianista de Illinois, que estará presentando un proyecto intencionadamente formado solo por mujeres.
El concierto de clausura protagonizado por Trueno se abrirá con un proyecto gasteiztarra en el que jazz y hip hop se dan la mano gracias al saber hacer de gente como los hermanos Andino y Kloy MC
El martes, por lo menos, ya se unirán algunas propuestas oficiales más al menú. En Hibridalab arrancarán las conferencias con músicos que funcionaron bastante bien el año pasado y en el Ciudad de Vitoria se dará la primera sesión del Jazz de Medianoche, este año con Champian Fulton Trio como grupo residente. Pero, en realidad, será entre el miércoles y el sábado cuando los platos no pararán de ponerse sobre la mesa sin respiro.
El tronco principal
Más allá de las actuaciones de la sección Jazz en la Calle, de los conciertos realizados por bares y pubs, de las citas a llevar a cabo en la cuesta de San Vicente, el parque de la Florida, el Jardín Secreto del Agua o en el mencionado Ciudad de Vitoria, y de los citados encuentros en Hibridalab, del 17 al 20, la parte fundamental se va a servir tanto en el Principal a las 17.30 horas como en Mendizorroza a las 20.30 horas. Esa estructura básica no hay que perderla de vista.
El miércoles, será la pianista suiza Sylvie Courvoisier quien domine las tablas del teatro, dando paso después a la primera doble sesión en el polideportivo, que contará con el gasteiztarra Pablo Martín Caminero ofreciendo un concierto especial junto a los miembros de la NDR Bigband; tras ellos será el turno de la baterista, compositora, productora y cantante Terri Lyne Carrington.
El jueves se seguirá el mismo modelo, con Clara Peya en el Principal –ojo con este concierto– para dar paso al vibrafonista Joel Ross y la siempre recomendable Cécile McLorin Salvant. Sería mágico un posible encuentro entre la pianista catalana y la cantante norteamericana.
Por su parte, el viernes el guitarrista mexicano Eddie Mejía abrirá una tarde que tendrá continuidad en el pabellón con Sumrrá & Niño de Elche –sin duda, el concierto que no va dejar indiferente a nadie esta edición– y Michel Camilo & Tomatito.
El Principal se despedirá el sábado con el pianista y compositor francés Baptiste Trotignon. También en Mendizorroza acabarán las dobles sesiones con una noche que promete mucho sudor. De ello se encargarán la violinista cubana Yilian Cañizares –ya era hora de verla en Vitoria– y el eterno Chucho Valdés celebrando los 50 años del grupo Irakere.
A todo ello se pondrá fin el domingo con el mencionado concierto de Trueno en Mendizorroza, una cita que abrirá un proyecto gasteiztarra en el que jazz y hip hop se dan la mano gracias al saber hacer de gente como los hermanos Andino y Kloy MC.