Desde el pasado viernes, Blood Moon ya es una realidad. El nuevo disco de los gasteiztarras Unbound comienza a dar sus primeros pasos. No solo en las plataformas digitales –hay también versión física en CD–, sino además sobre los escenarios. Este próximo día 22, el cuarteto estará sobre las tablas de la sala Silikona, en Moratalaz (Madrid). El 27 de julio, además, la banda liderará la quinta edición del Galtzagorri Rock Festival que se llevará a cabo en casa, en la Urban Rock Concept.
De hecho, tras el pequeño parón estival, la carretera volverá a reclamar al grupo y ya hay fechas cerradas en A Coruña y León. Costará volver a Unbound en Vitoria, eso sí. “No nos gusta repetir aquí de manera muy seguida, no queremos cansar a los cercanos”, sonríe Alberto Metxas (guitarra y voz), que comparte senda con Raúl Merchan (batería), Álvaro Weick (guitarra) y Puri López (bajo). Sea en unos lugares u otros, la idea siempre es ofrecer directos que son “pura energía”, en los que “interactuar mucho con el público” ya que “procuramos que nuestros conciertos sean algo más”.
Conectar con cada canción
De esta forma, empieza el recorrido de un álbum compuesto por ocho canciones que se han ido grabando de manera escalonada entre enero y mayo de este año en los gasteiztarras Garimba Rekords. “No hay ninguna línea temática” que atraviese todo el disco, sino que se presentan al público composiciones que hablar de “cosas que tenemos en la cabeza, que nos preocupan, también de cuestiones sociales”. Todo ello, cómo no, sobre la base del heavy metal. “En eso somos clasicorros”.
Un total de ocho canciones componen un álbum que ha sido grabado en la primera parte de este año en los vitorianos Garimba Rekords
“A mí lo que me gustaría es que a la gente se le pusiesen los pelos de punta, que es la sensación que quiero tener cuando escucho una canción”, apunta el guitarrista y cantante. “Son temas que hablan de nosotros, de las cosas que tenemos dentro. Estamos enseñando al público una parte de nosotros”, describe el también compositor, junto a Álvaro Weick, de los cortes de este disco. “Nos compenetramos muy bien”.
Casi empezar de nuevo
Blood Moon llega cinco años después de la publicación de Prophecy, disco que salió justo antes de la pandemia y de los últimos cambios internos dentro de una banda que lleva dos decenios sobre las tablas. Tanto la situación sanitaria como esos ajustes en la formación, han llevado al cuarteto a tomarse la preparación y grabación de esta nueva referencia “con algo de calma”.
Tras un par de décadas de camino, el grupo vuelve a ‘reiniciarse’ con este trabajo y los últimos cambios internos en la formación
“Al final, cuando hay caras nuevas también hay propuestas nuevas. Así que hemos estado en un momento como de reinicio. Cuando un músico entra en una banda, tiene sus gustos y sus tendencias. Las ideas que aporta son distintas y por eso las canciones suenan diferentes a como sonaban antes. Pero siempre manteniendo la base del heavy metal y del rock duro, así como las letras comprometidas”.
Así se construye un trabajo que ya está en la calle y que en nada va a hacerse realidad también en directo. “Tenemos muchas ganas”. El público también. Blood Moon empieza su senda.