“Somos más o menos de la misma edad, así que la relación ha sido muy buena”, más allá de que el reto “al principio te impone... y mucho”, dice Garazi Aguirresarobe. Ella es parte del alumnado de IDarte (Escuela de Arte y Superior de Diseño Pública de Euskadi) que ha convertido el Conservatorio Municipal de Danza José Uruñuela en su particular estudio fotográfico. 

A lo largo de este mes que ahora termina, la distancia entre Betoño y la plaza de las Provincias Vascongadas se ha reducido al mínimo. De hecho, a principios de marzo, estudiantes de IDarte ya estuvieron realizando un vídeo de carácter promocional del José Uruñuela, a donde el primer centro volvió a finales de la semana pasada para servirse de las bailarinas en formación para realizar unas intensas y productivas jornadas fotográficas. El aprendizaje ha sido de ida y vuelta, una ocasión única para quienes están en el camino de la profesionalización.

No es ni la primera ni la última vez que el alumnado del José Uruñuela posa para terceros. Lo ha hecho, por ejemplo, para la Escuela de Artes y Oficios. Y no es el único caso. Para el conservatorio “es muy enriquecedor hacer colaboraciones con otras instituciones, sobre todo si son tan afines como IDarte, al ser un centro educativo, público y artístico. Sacar adelante un trabajo en común hace que nuestro conservatorio y alumnado disponga de un material muy valioso e imprescindible para su currículum vitae”, apunta la directora del centro Ainhoa Arenaza.

Poder compartir estas jornadas ha sido muy gratificante porque nos abren a nuevos campos técnicos y artísticos con los que aprendemos otras especialidades”, sin perder de vista, además, que “el alumnado de 6º de Enseñanzas Profesionales ha obtenido un material indispensable, puesto que el book fotográfico hecho para ellas es algo que van a necesitar de aquí en adelante para presentarlo en audiciones, procesos selectivos” y presentaciones ante universidades de danza.

Imagen llevada a cabo por Markel Fernández

Imagen llevada a cabo por Markel Fernández

Llegar al mundo laboral

En este mismo sentido, el profesor de IDarte Daniel Mera relata que la intención principal del centro con este tipo de acciones pasa por enfrentar a su alumnado a situaciones reales que se les pueden presentar en el desarrollo de su camino laboral. 

“Además en este caso supone trabajar con otra expresión artística como la danza, con todo lo que ello implica”. A ese aprendizaje doble también se refiere Aguirresarobe, ya que “en realidad sabemos muy poco de la danza”, de captar gestos, movimientos, posturas, posiciones. “Nos ayuda que ellas están cómodas con nosotras y lo hacen muy divertido y fácil”, reconoce.

Lo cierto es que en el José Uruñuela se han habilitado durante las jornadas de trabajo tres espacios diferentes para poder trabajar en condiciones distintas y afrontar un amplio abanico de posibles escenarios. “Las imágenes que tomas en estático pueden ser, entre comillas, las más fáciles”, apunta la joven fotógrafa, consciente, eso sí, de que “es la práctica la que te enseña y por eso es importante que se den este tipo de propuestas”.

Creación de Garazi Aguirresarobe

Creación de Garazi Aguirresarobe

Al fin y al cabo, más allá del recorrido que puedan tener a partir de ahora estás imágenes, lo esencial pasa por facilitar un conocimiento que va más allá de la formación teórica de unas y otras, de las ocho bailarinas que han servido de modelos, y de las tres personas que, con sus cámaras y equipos, han revolucionado el día a día del José Uruñuela.

 “En IDarte siempre hay una búsqueda de la profesionalización de nuestro alumnado, un desarrollo técnico de la disciplina en el contexto de una propuesta real”, subraya Mera, quien también resalta “el factor humano y social” para “saber afrontar los proyectos creando espacios de relación seguros, eficaces y disfrutables” para todas las personas implicadas.

Fotografía realizada por Haizea Rubio.

Fotografía realizada por Haizea Rubio.

La colaboración como eje

Las jornadas de trabajo han sido intensas. No pocas horas, conversaciones, momentos y fotografías. “Cada imagen que haces, ves mejor. Sabes fijarte más en lo que debes y, por lo menos en mi caso, disfrutas más lo que ellas hacen al bailar”, describe Aguirresarobe.

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En esa relación, la buena disposición de todas las partes implicadas y las relaciones que se establecen son esenciales. “Desde IDarte ponen todas las facilidades del mundo para que proyectos así puedan salir adelante y eso es de agradecer”, resalta Arenaza. “Siempre hay que buscar las oportunidades para colaborar”, también con entidades de otros ámbitos, no solo el educativo y cultural como suele hacer IDarte, añade Mera. Son ejes fundamentales para ambas entidades.

Imagen llevada a cabo por Markel Fernández

Imagen llevada a cabo por Markel Fernández

Son momentos en los que, además, es bueno que aparezcan dificultades, problemas, cuestiones que marcan la práctica y que hay que resolver. “Aprender a cómo solucionar lo que te vas encontrando es fundamental tanto para el alumnado del José Uruñuela como para el de IDarte”, apunta Mera. De eso se trata, de seguir creciendo juntos, de aprender unos de otros, de multiplicar conocimientos y experiencias.