La distancia entre las dos capitales es de 17.443 kilómetros. Es lo que separa Gasteiz de Canberra. Aunque desde hoy, gracias a la Fundación Sancho el Sabio Vital, todo parece más cercano entre las tierras vascas y las australianas. Así sucede en la sede de la entidad de Betoño, que acoge una exposición sobre un pasado no tan lejano que es necesario tener presente.

Parte de la exposición 'Basques in Australia' en Sancho el Sabio Jorge Muñoz

Basques in Australia es un retrato del proceso de emigración que, a lo largo del siglo XX, llevó a muchos vascos hasta esta isla de Oceanía, donde se dedicaron sobre todo a labores del campo. La propuesta se va a poder visitar hasta el próximo día 28 tras la apertura realizada por Marian Elorza, secretaria general de Unión Europea y Acción Exterior del Gobierno Vasco; Jesús Zubiaga, director de Fundación Sancho el Sabio Vital, y Esther Korta, comisaria y representante de Euskal Australiar Elkartea.

Autoridades en la presentación de 'Basques in Australia' Jorge Muñoz

Esta asociación, que reúne a personas retornadas y descendientes de antiguos emigrantes vascos en Australia, ha realizado distintas actividades de recuperación y valoración de la memoria de la diáspora vasco-australiana como la recogida de fuentes orales, que se hallan actualmente depositadas en el Archivo de la Diáspora Vasca, o en esta muestra. 

Historia común

Basques in Australia consta de diez paneles y cada uno de ellos desarrolla un tema donde las imágenes, nombres, y lugares representan una parte de esa historia común y a la vez particular de cada uno de los hombres y mujeres que emigraron a Australia. Se recogen retazos de una vida; un paseo vital y emocional a través de decenas de fotografías.

Parte de la exposición 'Basques in Australia' en Sancho el Sabio Jorge Muñoz

La historia cuenta el trasfondo de cómo los hombres y mujeres de la diáspora fueron reclamados por familiares, vecinos, conocidos… para cortar caña. Iban en barco en viajes que duraban más de un mes. La mayoría partía de Italia hacia Melbourne o Brisbane y de allí se dirigían a North Queensland. 

Una de las imágenes de la exposición 'Basques in Australia' en Sancho el Sabio Cedida

En los años 50 se realizaron varias “operaciones” con el fin de reclutar jóvenes para llevar a Australia a cortar caña; una de ellas, la que se denominó ‘Operación Canguro’. La exposición recoge imágenes de hombres cortando caña con el machete, “un trabajo duro, bajo el calor abrasador del sol, los mosquitos, la melaza del azúcar, el sudor”, destaca la asociación.

Cortaban toneladas de caña que cargaban en vagones para los cuales ponían los raíles según iban avanzado. Todo a mano. Durante la temporada del corte de caña, de junio a diciembre, vivían en los llamados ‘campeches’.

Al terminar, la mayoría iban a recoger la hoja de tabaco, fruta, algunos en el monte, en la construcción… hasta la siguiente temporada. Pero también disfrutaban del ocio en familia y con amistades con las que se reunían en hoteles bebiendo cerveza y departiendo alegremente, bailando... Allí mantuvieron vivo el idioma y la cultura vasca, formaron grupos de baile, de deporte vasco o asociaciones, entre otras iniciativas. 

Los hermanos Corta, Eugenio, Pedro y Sabin Cedida

Las mujeres también emigraron reclamadas por familiares (casadas, solteras, casadas por poder...) para trabajar en pensiones, hoteles o de cocineras. En la década de los 60, muchas de ellas fueron en el llamado Plan Marta, un acuerdo migratorio firmado entre los gobiernos de España y Australia y la Iglesia Católica que llevó a este país a 700 mujeres como empleadas en trabajos del hogar, hospitales y hoteles.