Es Izaskun Urkijo una de esas profesionales indispensables dentro del sector audiovisual alavés, aunque su trabajo, como pasa con tantas otras áreas en estas producciones, suele pasar desapercibido para el público. Aún así, trabajos como Ane, Errementari o Irati hablan a la perfección de su labor. La última película en la que ha tomado parte y está a punto de estrenarse es Sobre todo de noche, de Víctor Iriarte y coproduccida por la empresa alavesa CSC Films. De hecho, ayer se realizó el prestreno en Madrid y la vitoriana acudió al evento.

"Nos reunimos todo el equipo y lo pasamos muy bien". Antes de volver esta tarde al País Vasco, Urkijo ha acudido esta mañana al Prado. Al salir, se ha parado en la tienda del museo. Le gusta mirar postales. Pica con alguna. En eso estaba cuando "de repente, me han empezado a llegar un montón de mensajes de enhorabuena sin saber yo la razón. Uno de ellos era de Paul -el director vitoriano Paul Urkijo es su hermano- y le he preguntado ¿pero qué pasa? Y me ha dicho que estaba nominada" en la categoría de dirección de arte gracias a su trabajo en 20.000 especies de abejas de Estibaliz Urresola Solaguren.

En ese momento "me he echado a llorar en la tienda del Prado. Había que verme intentando disimular. Estaba llorando de alegría y de emoción. Pensar que un montón de gente de la Academia ha visto mi trabajo, lo ha valorado y me ha votado ha sido muy emocionante".

"Quiero celebrarlo con la familia y los amigos"

En declaraciones a Diario de Noticias de Álava, la artista gasteiztarra ha asegurado que "agradezco muchísimo la nominación. No pensaba para nada que me iban a nominar. Pero había dicho: si cae, vamos a celebrarlo. Y es lo que me apetece, quedar con la familia y los amigos y sacar champán, cava, txakoli, vino y lo que haga falta para brindar".

Al fin y al cabo, como ella misma apunta, el del audiovisual "es un mundo muy duro, en el que se sufre mucho aunque sea también bonito, y estos momentos hay que disfrutarlos".

Ella ya ha empezado en Madrid antes de volver a casa. Cuando ha salido del museo se ha encontrado con su hermano Paul y Nerea Torrijos, ganadora de un Goya por Akelarre y nominada también por 20.000 especies de abejas en la categoría de mejor diseño de vestuario. "Nos hemos tomado una copa de champán", sonríe.