“Con Pasadena estamos ya llegando a un momento de fin de ciclo. Estamos en la traca final”. Así lo decían Libe García de Cortázar y Jon Basaguren en estas mismas páginas el pasado mes de junio, antes de actuar en el Azkena Rock Festival. Ya entonces ambos tenían claro que el proyecto gasteiztarra, nacido en plena pandemia, tenía fecha de caducidad. Por lo menos momentánea, porque tampoco está descartado que en el futuro la puerta vuelva a abrirse.

De todas formas, sus respectivas propuestas van pidiendo paso y antes de centrarse de manera completa tanto en Libe como en Izaki Gardenak, Pasadena quiere compartir con el público esta despedida de los escenarios, abriendo un paréntesis que ya se verá si se cierra algún día. Más allá de esa incertidumbre, lo cierto es que el último concierto se llevará a cabo en la sala Jimmy Jazz el próximo 29 de septiembre, estando ya las entradas a la venta.

La elección del lugar tiene toda su lógica. Tanto en sus bandas como en este proyecto, los dos músicos y creadores siempre han tenido una estrecha relación con las tablas de la calle Coronación. Pero es que además, ni la sala ni García de Cortázar y Basaguren querían pasar la oportunidad de tocar dentro del programa que el escenario ha diseñado en para estos meses con la idea de celebrar su decimoquinto aniversario.

Así que más alicientes no le pueden faltar a una cita con la que se pondrá el broche a un camino iniciado con el confinamiento, cuando ambos músicos decidieron componer a cuatro manos nuevas canciones. Dos referencias publicadas en este pequeño pero intenso margen de tiempo han dado forma a una trayectoria pegada también a los directos.