El muro de la cuesta de San Roque de Laudio que, en los últimos catorce meses, viene mostrando creaciones de artistas locales, dentro del proyecto Bigarren azala de la asociación Kulturzaleak, no solo ha vuelto a cambiar de epidermis este mes de julio, sino que se le ha sumado una pared gemela, al otro lado del río Nervión que atraviesa el municipio. En concreto, en el conocido como Malecón de la calle Zubiko Kurajo, en la esquina del bar Keska que, junto al Sorgin, Lío, Keska y la pizzería Capucci, llevan impulsando desde hace tiempo la actividad cultural, social y creativa en este entorno, con la organización de actividades que van desde quedadas para limpiar los márgenes del río, hasta conciertos, performances u obras de teatro.

Así, a la pieza con la que el estudiante local del grado de Artes de la UOC, Alberto Fernández, invitó a sus convecinos, en junio y en la Avenida Zumalakarregi, a imaginar un futuro mejor rompiendo con las formas convencionales de entender la realidad del presente, insertando la palabra utopía dentro de la señal de obligatoriedad, le ha sustituido una obra de la pintora y restauradora del barrio de Areta, Belén Herrero, que también ha firmado el primer mural de Zubiko Malekoia. En ambos casos, la también profesora del curso de pintura infantil que se ofrece en la Kultur Etxea, se ha decantado por obras que remiten a la naturaleza.

Ahí no se acaba la creatividad en Laudio. Esta semana el espacio Basoa de Ellakuri, junto al edificio del Instituto Gregorio Marañón, está viendo crear más murales en varias paredes de la escuela, dentro de lo que han bautizado como Sormen Astea. – A.O.