Implicar a las nuevas generaciones en los procesos creativos y hacerlo, de principio a fin, en contacto directo con artistas profesionales. En muy pocas palabras, así se puede definir la esencia del programa Aprendiendo a través del arte que impulsa el Guggenheim Bilbao. Se trata de una apuesta que cumple ahora 25 años, un tiempo en el que son numerosos los colegios alaveses y los creadores del territorio que han estado presentes. Este 2023 también se repite esa huella alavesa.

Este año, la iniciativa, según explican desde el museo, se ha fijado en cuestiones sociales de actualidad como el cuidado del planeta, la reutilización de los objetos, el consumo responsable, la importancia del agua y el respeto por la naturaleza. Además, los escolares han aprendido a expresar y gestionar sus emociones mejorando su bienestar emocional.

El interés por la sostenibilidad ambiental en los proyectos se traslada asimismo al diseño de la exposición ya que se han construido muros ecológicos con tableros fabricados con pulpa residual de papel y se ha prescindido de vinilos y otros plásticos con el objetivo de minimizar la huella de carbono. La muestra que culmina la edición 2022-2023 del programa se abrió ayer al público y se va a poder visitar hasta el próximo 17 de septiembre.

El alavés Ibon Sáenz de Olazagoitia, uno de los seis artistas que ha colaborado en esta edición expresa de esta manera su experiencia en el gasteiztarra colegio Judimendi: “Como descubridores de otras épocas, las chicas y chicos del colegio han sido parte de un viaje incierto en el que han buscado desvelar detalles ocultos de la naturaleza que nos rodea que, aunque maltratada, siempre resurge allí donde encuentra oportunidad. Han experimentado qué hay bajo la lente del microscopio; cómo fabricar tintas naturales de origen vegetal y cómo se comportan a la luz del sol; cómo fabricar y reciclar papel; o cómo representar seres imaginarios. Todo esto con el fin último de compartir su particular Gabinete de las Maravillas con el público curioso. Siempre hay tiempo para imaginar que otras realidades son posibles”.

Trabajo conjunto

Los artistas Elssie Ansareo, Ibon Garagarza, Zaloa Ipiña, la también alavesa Nerea Lekuona, Maider López y el propio Sáenz de Olazagoitia, en colaboración con la Dirección de Educación y Programas Públicos del Museo Guggenheim Bilbao y el profesorado de los seis colegios participantes, han diseñado y dinamizado los proyectos creativos de esta edición.

La artista Zaloa Ipiña –que justo esta semana abre una exposición en Laguardia– explica con estas palabras su proceso de trabajo: “Ha sido tan apasionante como difícil expresar las emociones, reconocerlas, adivinarlas, representarlas, comprenderlas y hacerlas comprender. Hemos encontrado muchas maneras de reconocer sentimientos que, a menudo, no se nos hacen nada fáciles de comunicar. En la cara, en la expresión corporal, en los gestos, en el movimiento, en los colores, en las palabras, en las preguntas… Nos hemos fijado en todo para tratar las emociones y trabajarlas a través del arte; no veo una manera mejor”.

En total, este año han tomado parte en la iniciativa 118 jóvenes artistas de entre seis y doce años, cuyas creaciones conforman ahora la mencionada exposición. Naturaleza desvelada es el tema del proyecto desarrollado en el colegio Judimendi para reforzar la asignatura de Ciencias Naturales. Ayudados por Sáenz de Olazagoitia, los escolares observaron la naturaleza con el objeto de plasmar los detalles que pasan desapercibidos y reflejar lo invisible.

Visitaron un museo de Ciencias Naturales, aprendieron cómo se clasifican sus fondos y a raíz de ese conocimiento realizaron una instalación colectiva a gran escala formada por figuras inventadas, especies nunca vistas, texturas escondidas o insectos agrandados que aluden a los antiguos Gabinetes de curiosidades.

Junto a ellos han tomado parte también escolares de los centros Lauaxeta Eskola (Laukiz), San Pedro Apóstol y José Orbegozo (Bilbao) y Presentación de María (Donostia). A ellos hay que sumar a los estudiantes de 5º curso del colegio Amor Misericordioso de Bilbao, quienes han estado trabajando con la artista gasteiztarra Nerea Lekuona para reflexionar sobre el cuidado del medioambiente a través del arte.