San Juan Bautista se ha perdido. O mejor dicho, alguien ha hecho desaparecer una talla suya de la iglesia del pueblo, además justo antes de un bautizo. Bueno, aunque nadie lo sepa todavía, de dos. Puede parecer un galimatías pero va a tener su lógica para todas aquellas personas que desde este viernes acudan a las salas de cine para encontrarse con 20.000 especies de abejas. Por fin, el primer largometraje de ficción de la directora, guionista y productora laudioarra Estibaliz Urresola Solaguren llega al circuito comercial después del premiado e internacional camino que el filme ha recorrido desde su presentación en febrero en la Berlinale.
Era principios de 2019. Un programa de acompañamiento de proyectos celebrado en Tabakalera anunciaba la selección de un guion que contaba la historia de una niña de 5 años. No se daban muchas más pistas, pero lo cierto es que la creadora alavesa era una de las tres elegidas con este argumento para llevar a cabo el proceso de asesoramiento del programa Noka. Fueron las primeras noticias públicas de una película que nació el 15 de febrero de 2018, el día en que Ekai Lersundi Martínez, un niño trans, se suicidó en Ondarroa.
Hoy ese camino se termina para comenzar otro nuevo. 20.000 especies de abejas empieza su propio viaje. El público espera. La colmena también. Porque este filme no es solo la historia de una persona muy joven que está intentando encontrar su identidad en el mundo. No solo se habla de la transexualidad en la infancia y la juventud. La propuesta de la creadora alavesa pasa por abrir de par en par las puertas de una familia que, como todas, es diversa.
Son muchas las capas de lectura que presenta este largometraje para hablar de la comunicación, del saber entenderse a uno mismo, de las renuncias personales, de la honestidad, del amor, del aprendizaje, de la tradición, de las ideas preconcebidas... todo ello a través de un grupo de mujeres que, a pesar de sus diferencias en todos los sentidos, buscan, o así lo creen, el bien común.
Actrices a la altura
Patricia López Arnaiz, Sofía Otero, Ane Gabaraín, Itziar Lazkano, Sara Cózar... sin desmerecer el trabajo de los actores del reparto –por ejemplo, el del joven Unax Hayden–, en las manos de ellas está la gran responsabilidad de llevar, de la manera más natural posible, la historia de Urresola Solaguren a la pantalla y es evidente que lo consiguen de una manera más que destacada.
Con todo, a pesar de ese carácter coral que tiene la película, es la actriz vitoriana la que sostiene de principio a fin todo el camino que hace el filme. López Arnaiz, incluso cuando no está en pantalla, se convierte en el esqueleto sobre el que se asienta todo el largometraje. La intérprete, ganadora de un Goya a la mejor interpretación femenina hace dos años, vuelve a dar una lección sobre el oficio de actuar.
Todo ello en una película que arranca con la llegada de su personaje y su familia a la casa materna para pasar unos días de verano y, por el camino, intentar dejar atrás, aunque solo sea por unas jornadas, los problemas que parecen no querer marcharse. Uno de los principales es Cocó, de ocho años, que no encaja en las expectativas del resto y no entiende por qué. Todos a su alrededor insisten en llamarle Aitor pero no se reconoce en ese nombre ni en la mirada de los demás.
“Uno de los grandes retos de la película va a ser dar con la menor protagonista”. Lo decía en estas páginas Urresola Solaguren en mayo de 2020 mientras estaba desarrollando el programa de asesoramiento La Incubadora. Otero, Oso de Plata en el Berlinale, se muestra como la elección perfecta. En realidad, todos los intérpretes menores de edad consiguen algo que hace a 20.000 especies de abejas conseguir el objetivo que su creadora perseguía cuando comenzó el proyecto: contar una historia que pudiera acontecer en cualquier familia. De hecho, que la producción, a pesar de ser una ficción, se perciba como algo cercano, natural, ha sido uno de los grandes retos conseguidos.
Rodada durante siete semanas en verano de 2022 en distintas localizaciones del País Vasco, como Llodio y Hendaia, la cinta está producida por la empresa vizcaína Gariza y la catalana Inicia Films, sin perder de vista la producción asociada de la vasca Sirimiri Films. Cuenta además con la participación del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), EiTB, RTVE, Movistar Plus +, TV3, el Gobierno Vasco, las diputaciones de Álava y Bizkaia y Ebaki. Luxbox se encarga de las ventas internacionales y Bteam Pictures del estreno estatal que este viernes se produce. Las abejas empiezan su vuelo.