“He recibido un montón de mensajes de gente que se alegra”

Por lo menos, en la ciudad andaluz, “nos dio tiempo a cenar y a encontrarnos con mucha gente de la profesión. Al final, nos volvemos a juntar en un contexto que es de celebración, de reconocimiento del trabajo, y eso lo convierte en un día feliz, más allá de los galardones en sí”, apuntó Rikarte ayer en las pocas horas que pasó en Vitoria.

Con todo, entre el trajín de viajes –Cádiz, Madrid, Bilbao, Vitoria y Hernani–, el director apuntó a DNA que “no me ha dado mucho tiempo a digerir. Aunque también es cierto que estas cosas de los premios son como un globo, que se hincha mucho en el momento, para luego poco a poco ir desinflándose”. Sin duda, “lo mejor es que he recibido un montón de mensajes de gente que se alegra por la noticia y eso me hace muy feliz”.

Ya desde el escenario, el gasteiztarra quiso compartir el premio con Esther F. Carrodeguas, autora de Supernormales. “El hecho de que el espectáculo haya tenido tanta repercusión tiene que ver con la base de la propia función, que es el texto de Esther” volvió a apuntar ayer Rikarte. “Es un texto escrito dentro de las residencias dramáticas del Centro Dramático Nacional y tiene mucha fuerza. Es muy directo, sin pelos en la lengua”.

La obra, que se estrenó el año pasado, va a regresar a escena en breve. De hecho, en Semana Santa ya se retomaron los ensayos y en nada el vitoriano volverá a Madrid para seguir con el proceso. Ahora, eso sí, ya no está presente Gerardo Campana, técnico del Teatro Valle-Inclán al que Rikarte también dedica este Max. “Cuando llegamos con el espectáculo, él tenía mucha fe en la obra y en nosotros. Nos ayudó mucho y nos dio confianza en lo que estábamos haciendo. Es algo que no voy a olvidar”.