De Roma a Nueva York pasando por diferentes ciudades de distintos países. Aunque la pandemia impidió algunos viajes de trabajo, lo cierto es que ni la situación sanitaria consiguió detener la agenda creativa del artista vitoriano Jon Gorospe, una senda que tiene como punto de partida, desde hace ya unos años, a Oslo. De hecho, ese carácter internacional de su trayectoria está viviendo otro ejemplo evidente esta primavera con exposiciones y estancias artísticas en dos continentes.

El creador –que parte de la fotografía pero sin quedarse solo en ella– está tomando parte desde finales de marzo en una exposición colectiva que tiene a Oporto como sede. En el espacio Artes Mota Galiza se puede ver hasta el 29 de este mes la muestra Wanderlust, en la que junto a Gorospe están tomando parte Arturo Comas, Teresa Murta, Susana Rocha, Martim Brion, João Motta Guedes y Francisco Correia.

Esta exposición, la primera colectiva de los siete artistas en Oporto de la mano de la galería Nave de Lisboa, presenta el trabajo de autores que, aún teniendo su origen en Portugal y España, desarrollan su práctica artística en otros países. En el caso del vitoriano, comparte con el público dos piezas de 80 por 120 centímetros cada una pertenecientes al trabajo De Magnete, un proyecto en el que exploró la parte límite en la que el ser humano habita el norte del globo terráqueo. Una de las imágenes que se ve, por ejemplo, fue tomada en una cueva de un glaciar en Svalbard, el archipiélago noruego-ruso, el lugar más próximo habitado al Polo Norte.

Cabe recordar que hace justo un año, el artista realizó su primera exposición individual en Lisboa, gracias a la galería Nave, con la que viene trabajando en los últimos años. En aquella ocasión, se pudo ver The Spot una propuesta que estaba, como explicaban desde la sala, “desencadenada por teorías post fotográficas, surgiendo como un lugar de reflexión sobre los efectos de la imagen publicitaria y su penetración en el espacio público”.

Camino a tierras niponas

De todas formas, aunque la obra de Gorospe permanezca todavía unas semanas más en Portugal, el artista ya está preparando las maletas. En esta primavera sin descanso, su próxima parada es Japón, a donde acude de la mano de la Fundación Sasakawa.

En realidad, este viaje se tenía que haber producido en 2020, aunque la pandemia, como es evidente, impidió que fuera así. Por suerte, ha habido posibilidad de recuperarlo. En este país estará durante un mes con la idea de registrar parte de la arquitectura nipona, donde el alavés espera concluir un nuevo capítulo del trabajo Polished Cities, que comenzó en 2018.

Se trata de una propuesta que versa sobre la arquitectura dedicada al poder económico e institucional. Es un trabajo que fue recientemente expuesto en el KB Contemporary de Oslo, el Guggenheim de Bilbao o la galería 28 Piazza di Pietra de Roma. “Con este viaje trataré de incluir piezas sonoras y de vídeo al proyecto, que ya cuenta con varias series fotográficas y artefactos instalativos”, explica Gorospe.

Como describió cuando parte del proceso se pudo ver en la capital italiana en las paredes, techos, columnas y fachadas de edificios que el fotógrafo retrata se observa un elemento en común: “lo pulido”, que se ha convertido en “el signo estético de la arquitectura del siglo XXI”, un concepto que Gorospe extrajo del libro Saving Beauty, del filósofo surcoreano Byung-Chul Han. Tras leer su discurso, se empezó a preguntar “dónde se encontraba este tipo de estética en las ciudades”, y se percató de que estaba “en los centros neurológicos de las ciudades donde residen las oficinas de empresas importantes, los bancos y las grandes instituciones”. Ahora va a seguir completando esta labor en diferentes partes de Japón.

Entre Oslo y Colonia

Con todo, mientras el vitoriano esté tan lejos, sus obras se encontrarán un poco más cerca. Mayo le va a traer otras dos exposiciones colectivas, una a celebrar en Noruega y la otra en Alemania.

En el primer caso, el foco de atención se centrará en Oslo, donde el creador vive desde hace ya unos años. La muestra se abrirá el 11 de mayo en Fotogalleriet, espacio que acogerá hasta el 26 de junio una exposición resultado de la convocatoria anual que realiza The Norwegian Association of Fine Art Photographers. En esta cuadragésimo segunda edición Gorospe ha sido seleccionado junto a Marianne Bjornmyr, Dev Dhunsi, Janne Kruse, Sarah Vajira Lindstrom, Stine Gonsholt & Ase Lovgren y Io Sivertsen.

En el segundo, Photography in Progress se podrá ver desde el 12 de mayo en el marco del PhotosZene Festival, en la sede de la Michael Horbach Foundation (Colonia). Allí, junto a otra veintena de autores, su obra estará ante el público hasta el 21 del mismo mes. Todo ello sin perder de vista que el Ministerio de Cultura de Noruega acaba de conceder a Gorospe una beca de un año para que pueda dedicarse a sus investigaciones artísticas.