En la oscuridad de un destartalado sótano, un hombre tan pesaroso como imponente desciende una escalera, tan solo iluminada por unas guirnaldas navideñas totalmente fuera de lugar, portando un más extraño aún falo gigante de látex. Esta fue una de las últimas escenas a las que se tuvo que enfrentar el flamante pregonero de las Fiestas de San Prudencio y Nuestra Señora de Estíbaliz 2023, el actor Fernando Albizu, en el último día de rodaje de Deviant en Amurrio.
“No me saquéis fotos ahora que con esto creo que no voy a quedar bien de cocinero”, espetaba socarrón el intérprete gasteiztarra que le ha tocado meterse en la piel del villano Óscar, un psicópata que quiere vengarse de los abusos que sufrió su hija, años atrás, y la toma con un hombre casado de vida rutinaria que decide descargarse una aplicación de citas y, encandilado por una joven que lo atrae a su casa, termina en las garras del trastornado padre y tendrá que encontrar una manera de escapar de la encerrona.
Él es otro grande de la escena: Alain Hernández, una cara muy conocida por sus papeles en series como El accidente y Mar de plástico así como por su participación en películas como Palmeras en la nieve o El cerro de los dioses, la ópera prima de Daniel Muñoz Caneiro, el director y guionista catalán también al frente de Deviant.
Este es todo un thriller de “terror con tintes de comedia negra, gamberra y navideña”, según la define su productor ejecutivo, Kevin Iglesias de la gasteiztarra Amania Films, y el principal culpable de que haya sido Amurrio, salvo el día de rodaje que viajaron al Parque Tecnológico de Álava en Miñano, su escenario único, tanto para interiores como exteriores, “porque es mi pueblo, lo propuse y lo aceptaron”, explica.
Bajo presupuesto
“Al principio no sabía si el municipio iba a ser capaz de asumir una producción que, aunque de bajo presupuesto, no deja de ser cine profesional, pero tanto el Ayuntamiento y su personal como la población han estado más que a la altura. Les hemos vuelto locos todo el mes de marzo, con cortes de calles y ocupación de parkings céntricos enteros, con necesito esto o lo otro, y no ha habido ni una triste queja. Al contrario, nos han ayudado en todo, hasta cuando les pedimos decorar sus fachadas como si fuera Navidad, ya que la acción transcurre en esa época del año”, apunta Iglesias.
El productor también subraya que Deviant no solo es un trabajo de Amania Films, sino una coproducción con la ESCAC (Escuela de Cine de Cataluña) –de hecho, la mayor parte del equipo técnico es catalán– y las empresas Beude y Media Attack, que ha contado con las ayudas de Gobierno Vasco y Diputación Foral de Álava, así como con apoyos por parte de Fundación Vital y el propio Ayuntamiento de Amurrio, que les ha patrocinado con 9.680 euros y aportado edificios y enclaves del municipio, en su afán de apoyar la cultura, el arte y la creación.
Con todo, Amurrio también recibirá a cambio lo suyo, ya que la productora ha adquirido una serie de compromisos como contraprestación que, durante el rodaje, ya se han traducido en una inyección de más de 50.000 euros (alrededor del 30% del presupuesto de la película), en forma de adquisición de bienes y servicios, e incluso contratación de personal. “El equipo ha pernoctado y comido durante todo marzo en Amurrio, y en el pueblo hemos comprado todo lo que se ha necesitado, hay establecimientos que creo han hecho el año”, opina Iglesias.
Impacto local positivo
El impacto del rodaje en Amurrio no se quedará ahí, ya que Amania ha asumido donar al municipio los elementos de la película (atrezzo), organizar una jornada de estreno de Deviant en Amurrio Antzokia y ceder al Ayuntamiento los derechos de emisión de la película, para ser proyectada de forma gratuita cuantas veces desee, y de sus otros trabajos para organizar una muestra de cortos.
Entre otros compromisos se incluye organizar un curso de audiovisuales, proyectar la película Ane y difundir la imagen de Amurrio. Algo, por otra parte, ya obvio pues la figuración necesaria también se ha elegido entre la población local. Los centros neurálgicos del rodaje han sido la casa indiana de Isusi, Villa Fe y la parte baja del antiguo mercado, aunque también son de destacar el bar Cola de Gallo, y algunas calles del centro urbano como Boriñoguren, “en la que nos fijamos por su aspecto residencial como de barrio inglés”, describe.
También han sido importantes en esta película, en materia de pruebas de maquillaje y vestuario, las instalaciones de la asociación cultural Burubio. Rincones, todos ellos, por los que ha ido desfilando un plantel actoral inmejorable, en el que además de Hernández y Albizu también figuran nombres como Itziar Aizpuru, Lander Otaola, Urko Olazabal, Gorka Aguinagalde, Susana Soleto, Gastón Haag, Usue Álvarez, Patxi Santamaria o Inge Ugarte, entre otros, pese al corto presupuesto de la cinta. “Muchos años de amistades y favores devueltos”, reconoce Iglesias, que estima que la película estará lista para proyectarse en el último trimestre de este año.
“Primero intentaremos el estreno en festivales de cine negro como pueden ser Sitges o Fantastic Fest y, después, en base al recorrido que tenga, que llegue a las salas de cine igual a finales de este año, con la intención también de que esté presente en las principales plataformas”, apostilla el productor.