Seguro que a más de un seguidor de Gatibu le va a sorprender cuando escuche este Urepel. Geraldine y Ricardo Urrutia lo han llevado a un terreno inimaginable y propio para incluir este tema dentro de la decena de canciones que componen Urdina. El segundo disco del dúo gasteiztarra ya es una realidad palpable, un trabajo en el que el público va a encontrar composiciones “muy variadas y diferentes entre sí”, como explica la cantante.

Así, el cuadro que sirve para ilustrar la portada del álbum, una obra del propio Urrutia, es algo más que una imagen. Son trazos y colores muy distintos los que se unen para, desde su individualidad, conformar un todo. Es, precisamente, la idea que cantante y guitarrista quieren trasladar con este disco. Jazz y bossa nova marcan el camino aunque sin que sean frontera de nada. En realidad, ambos intérpretes pueden sumar a su propuesta todo lo que en un momento dado le pueda venir bien a su propuesta musical. Así lo vuelven a demostrar.

Por eso también no hay límites al uso del idioma. Por eso aquí la variedad vuelve a ser característica. Se usa el francés y el portugués, teniendo un espacio propio el euskera. “Me gusta mucho cómo suena; para cantar es una maravilla”, apunta Geraldine. “Cada idioma da un color y un calor diferentes, y eso hay que aprovecharlo”, subraya.

Con estos materiales, los dos pintan un cuadro que toma el relevo a Hó Bá Lá Lá, que vio la luz cuando todo se paraba por la pandemia. “Hemos querido aportar ahora más madurez y más texturas”, como demuestran canciones como Like Someone in Love, My Favourite Things e Ilbetea. Así se recoge en el CD ya editado, aunque, por supuesto en estos tiempos, también el álbum está disponible en su versión digital.

Grabado en los estudios gasteiztarras El Cantón de la Soledad con Juanan Ros a los mandos técnicos, entre la voz de Geraldine y la guitarra de Urrutia no hay nada más que música, que no es poco. Así lo llevarán también al directo, aunque habrá que esperar todavía para conocer la fecha de presentación. De todas formas, no hay que olvidar que ella estará sobre las tablas del Principal el próximo 22 de abril junto a Bilbao Sinfonietta.

Hay tiempo y lugar para todo. Ahora, el protagonismo es para Urdina, para esta nueva creación fruto del encuentro de dos intérpretes que crear “de manera muy natural; solo hay que ponerse a cantar o a tocar la guitarra, y todo parece que va apareciendo como si siempre hubiera estado ahí”.