La gesta de la pequeña Sofía Otero en la Berlinale, donde el sábado se alzó con el Oso de Plata a la mejor interpretación, no es un hecho que pueda observarse de manera aislada. El cine vasco está viviendo un momento muy dulce, según demuestran las últimas ediciones de los festivales de cine y de los diferentes premios otorgados por las organizaciones del sector. El estreno mundial en el certamen alemán de 20.000 especies de abejas, ópera prima de la alavesa Estibaliz Urresola, que además ha obtenido otros dos reconocimientos, presagia logros futuros para la cantera cinematográfica vasca. No en vano, la Berlinale fue hace un año la catapulta de Cinco lobitos, debut en el largometraje de Alauda Ruiz de Azúa, coronada recientemente con tres premios Goya.

“Los premios obtenidos en la Berlinale son un indicador del alto nivel de calidad del cine vasco”, destacó ayer el lehendakari Iñigo Urkullu, quien felicitó a la niña de 9 años que el sábado obtuvo el premio por su papel protagonista en la película, en la que se pone en la piel de un niño que no se reconoce ni con el género ni con el nombre que se le ha adjudicado. El galardón tiene aún más peso teniendo en cuenta que el festival alemán tomó en 2020 la determinación de no diferenciar entre géneros a la hora de que su jurado reconozca una interpretación, lo que quiere decir que la vasca ha sido la mejor entre todos los actores y actrices protagonistas de las 19 películas presentadas a la Sección Oficial de la Berlinale. Y no solo eso. Sofía Otero ha sido la persona más joven de la historia del festival en obtener esta distinción.

“Estrenar en Berlín es maravilloso, un sueño que no esperaba para nada. Espero que esto sirva para que la película llegue a un número mayor de gente”, ha expuesto la directora Estibaliz Urresola, que ayer volvió de la capital alemana junto a Sofía Otero. Ambas fueron recibidas en el aeropuerto de Loui por numerosos familiares y amigos. Además del galardón obtenido por la pequeña actriz, cuya interpretación pone sobre la mesa la situación que viven las familias con menores trans, la película ha recibido el premio Guild Film Prize que otorgan los exhibidores alemanes a la mejor película en competición, así como el premio de los lectores de Berliner Morgenpost. Aunque se trata de premios fuera del palmarés oficial, no son menores, ya que facilitarán que la cinta pueda distribuirse en las salas de cine alemanas.

El consejero de Cultura, Bingen Zupiria, presente en el estreno de la película en Berlín, aseguró que salieron emocionados por la acogida que tuvo por parte del público. “Se pueden decir muchas cosas de la película. Yo subrayaría una: ¡La mirada de las mujeres! No estamos acostumbrados”, declaró sobre el filme que cuenta con un reparto compuesto por actrices de la talla de Patricia López Arnaiz, Ane Gabarain, Itziar Lazkano o Sara Cózar, quienes no dudaron en participar en la película de la directora del cortometraje Cuerdas, nominado a mejor corto documental en la última edición de los premios Goya.

Otras películas

En la última edición de los Premios de la Academia, precisamente, del total de las 28 categorías, en 21 de ellas hubo al menos una candidatura vasca con opciones de premio; en cinco de las categorías la presencia fue doble; y en una, triple. La gala se saldó con tres Goya para la ópera prima de Alauda Ruiz de Azúa. Cinco lobitos, que cuestiona la romantización de la maternidad, exponiéndola sin edulcorantes, le valió el galardón a mejor dirección novel. Además, se premió el tour de force interpretativo realizado por Susi Sánchez y Laia Costa, madre e hija en la ficción. La directora revalidó, así, dos de los galardones que ya había apuntalado en los Premios Feroz. En este caso, además, el reconocimiento de la crítica está siendo avalado por el público. La cinta está viviendo una segunda vida en plataformas como HBO o Filmin, tras haber sido vista por más de 150.000 espectadores en las salas de cine. “Somos el segundo estreno más visto después de Drive my car, que es un dato muy bueno para una película”, ha afirmado la cineasta de Barakaldo al respecto.

El buen hacer del cine vasco no solo se está reconociendo en el ámbito de la ficción. Iván Miñambres, en las dos categorías de animación –por el cortometraje Loop y la película Unicorn Wars–, y Gaizka Urresti, por la película documental Labordeta, un hombre sin más, se llevaron tres galardones a Portugalete en una edición de los Goya especialmente favorables para el cine vizcaíno. Menos suerte tuvo en cuanto a atesorar premios Irati. Sin embargo, es reseñable que la película fantástica del vitoriano Paul Urkijo, estrenada el pasado viernes, se va a distribuir en 112 salas de todo el Estado, en muchas de ellas en versión original. Todo un logro que merece ser subrayado para un filme rodado en euskera.