Tras la buena acogida de su ópera prima, Cerdita, la directora Carlota Pereda rueda estos días entre Euskadi y Nafarroa su segundo largometraje, La ermita, un nuevo filme de terror protagonizado por Belén Rueda.

El rodaje arrancó el pasado 24 de octubre y se desarrollará durante ocho semanas, con un equipo de cien personas y cerca de 1.200 figurantes, según informan las productoras Filmax y Bixagu. En concreto, esta semana han estado grabando en Leitza.

Con guion de Albert Bertran Bas, Carmelo Viera y la propia directora, La ermita se presenta como una fábula que bascula entre el pasado y el presente, entre el suspense y lo fantástico, y que explora temas como el amor maternofilial, la muerte, los fantasmas o la reconciliación con uno mismo y los demás. “Es una historia de terror, sí, pero sobre todo, es la historia de lo difícil que es ser madre e hija y cómo, a veces, no llegamos a entendernos hasta que somos adultos, como en toda historia de fantasmas, hasta que ya es demasiado tarde, o tal vez no lo sea”, afirma Carlota Pereda.

Los ‘hombres pájaro’ de la peste

La trama se inspira en los llamados hombres pájaro, los médicos de la peste del siglo XVII que vivían completamente aislados, ocultos bajo inquietantes máscaras y largas túnicas y portaban afiladas varas para defenderse de los pacientes y evitar contagiarse.

La protagonista es Emma (Maia Zaitegi), una niña que quiere aprender a comunicarse con el espíritu de otra menor que lleva siglos atrapada en una ermita e intenta convencer a Carol (Rueda), una incrédula y falsa médium para que la ayude. Contactar con el espíritu le ayudará a seguir unida a su madre enferma cuando esta muera; lo que Carol no sospecha es que Emma posee realmente ‘el don’ y que, si la niña sigue intentando usarlo sin su ayuda, pondrá su vida en peligro.

El reparto se completa con Josean Bengoetxea, Loreto Mauleón, Jon Olivares, Elena Irureta y Nagore Aranburu.