La tercera edición del Ciclo de Cine en el Jardín, que se lleva a cabo en el patio de la Casa de la Dehesa de Olarizu de la mano del laboratorio para el movimiento visual Haz, ya está en plena cuenta atrás. Los días 18, 19, 25 y 26, siempre a partir de las 21.00 horas, ofrecerá una amplia selección de largometrajes y cortometrajes que, de una manera u otra, están relacionados con el medio ambiente. Las entradas están disponibles ya por 5 euros para cada sesión, que siempre será en versión original subtitulada.
Bajo el subtítulo Imagen, Alquimia, Vibración, el evento parte de que “la acción humana altera, degrada y profana el entorno natural pero la humanidad también es capaz de realizar una intervención más sostenible que mantenga el equilibrio entre el deterioro y la regeneración. El cine, especialmente en el género documental, ha sido testigo de esas intervenciones. Algunas de esas películas son las que conforman este ciclo”, organizado en colaboración con el Centro de Estudios Ambientales de Vitoria.
En la primera jornada, el corto Ninanina de Peru Galbete será el que abra una noche de proyección que se completará con Proshchanie de Elem Klimov, que cuenta la historia de una isla rusa que tuvo que ser abandonada por sus habitantes por la construcción de un embalse. Justo 24 horas después, el 19, los cortometrajes centrarán la atención. Así se podrá ver Gascoland de Irati Gorostidi, Piedra de Maite Redondo, Lost Village de George Todria (que acudirá a la cita) y el premiado trabajo alavés Yungay 7020 de Raquel Calvo (quien también estará presente) y Elena Molina.
Ya el 25 se volverá a la estructura habitual. Así, el corto será Paula de Maite Redondo, que dará paso a Hukkle de György Pálfi, una película sobre la vida supuestamente idílica en una aldea. El 26 se pondrá el broche con Elena Asins–Génesis de Álvaro Giménez Sarmiento, y Tríptico Elemental de España, último proyecto cinematográfico que abordó José Val del Omar.