Tras un 2020 que no fue, el Festival de Jazz de Gasteiz consiguió celebrar en 2021 su cuadragésimo cuarta edición, eso sí, con las restricciones derivadas de la pandemia más que presentes. Un contexto en el que fue imposible por completo llevar a cabo nada en la calle ni por parte del evento ni de la mano de los bares y pubs que en otros tiempos siempre apostaban estos días por organizar conciertos. Eso hizo que hace doce meses, el ambiente que siempre se suele respirar estos días en la capital alavesa fuese mucho más frío y a buen seguro también tuvo como consecuencia que hubiera menos movimiento en las actuaciones de pago. Por ello, en este 2022 el objetivo es muy claro: sí o sí, hay que recuperar la calle.

Es verdad que hay dos cuestiones que están sobre la mesa y que, aunque parezca mentira, han terminado cruzando sus caminos. Ya antes de la aparición de la pandemia, la caída en picado de los conciertos en torno al festival de noche y madrugada era evidente. Los locales hosteleros estaban apostando de manera decidida por organizar actuaciones tanto al mediodía como, sobre todo, a las tardes. Ahora, esa tendencia no solo se mantiene, sino que se ha reforzado porque si hay un efecto que está teniendo el covid en los horarios culturales es que todo se está adelantando de una manera pasmosa. Incluso un tanto preocupante para varias voces del sector.

En ese contexto, y sin perder de vista que los contagios siguen ahí, lo cierto es que el final de la casi totalidad de las restricciones ha hecho que esa necesidad de recuperar los escenarios al aire libre sin mascarillas ni distancias se haya convertido en algo prioritario. En realidad, todavía hay quien se pregunta cómo se puede entender que hasta el 13 de febrero fuera imposible hacer un concierto pero desde el día siguiente se pudieran celebrar en exactamente las mismas condiciones que antes de la pandemia. Pero bueno, cosas que pasan.

En todo caso, el jazz, y no solo, es protagonista estos días en diferentes puntos de la ciudad. Lo es gracias a programaciones ya muy veteranas en estas fechas como la del Dublín –que tendrá actuaciones de tarde del 13 al 16– y a escenarios consolidados como los del Extitxu, sin perder de vista al Leniz, La Unión, Río o el HF. Grupos como Twin Room, Luko & Royo o Paradise Phantoms se encontrarán con el público en actuaciones gratuitas y que en muchos casos están pensadas para un público lo más general posible. No hay límites ni edad ni de otro tipo, solo ganas de disfrutar con la música en directo.

No va a faltar, por cierto, el anual guiño que también la Banda Municipal de Música de Vitoria hace estos días al género dentro de su programación estival, que este viernes llevará al Jardín Secreto del Agua composiciones de Louis Armstrong y Louis Prima, entre otros. Todo suma, al fin y al cabo, para recuperar ese ambiente anterior a marzo de 2020.

Eso sí, al objetivo no solo se aporta desde fuera del cartel oficial del certamen. También el festival, en esta cuadragésimo quinta edición, quiere poner el acento de manera especial en la calle. De ahí que, por ejemplo, desde el pasado viernes esté llevando a cabo por primera vez una sección bautizada como Jazz Up! que está proponiendo conciertos en las plazas de Correos, Virgen Blanca, Zumaia y de la Provincia, así como en la cuesta de San Vicente, el parque de la Florida y las piscinas de Mendizorroza. A esto se une la recuperación de Jazz en la Calle, con los recorridos que del 13 al 16 va a realizar por distintos puntos de la ciudad la Iruña Brass Band.

Pero, sin duda, la gran apuesta es Jazza Parkean, una programación de dos días –16 y 17– que se va a llevar a cabo en el parque del Prado. Cada jornada, entre las 12.00 y las 20.00 horas, tomarán parte los conservatorios y escuelas Jesús Guridi, Luis Aramburu y Superior de Navarra así como los grupos y artistas Andino Brothers, Travellin’ Brothers, Magalí Sare y Manel Fortiá, DJ Toner 4tet & Erik Truffaz y La Señora Tomasa.