Chris Pratt está tan satisfecho con su nueva serie para Amazon que cree que “nadie va a ser capaz de ver un solo capítulo” de La lista final, un thriller basado en la novela homónima sobre un militar que regresa a EEUU tras una operación fallida en la que todo apunta a una conspiración. “Es bien adictiva. Se estrena con todos los capítulos seguidos por un motivo. Que la gente decida, pero yo diría que la vean durante ocho horas seguidas”, asegura el actor ante el estreno de esta serie repleta de acción y con un nivel técnico propio del cine.

Antoine Fuqua, director de la saga The Equalizer, firma esta ficción basada en una novela de Jack Carr en la que un miembro de los Navy SEAL del Ejército de los Estados Unidos, James Reece (Pratt), sufre una emboscada durante una misión encubierta en Siria en la que pierde a todo su equipo. Como único superviviente, Reece regresa a su hogar en San Diego (California, EE.UU.) y comprueba que sus recuerdos no encajan con el discurso oficial ni con la lógica de lo sucedido.

“No pareció un rodaje de televisión, lo viví como una película. Grabamos durante 130 días, eso es propio de una gran película. Jurassic World fueron 100 días y Avengers: Infinity War se alargó hasta los 180”, destaca Pratt. El actor, que se dio a conocer en la amable Parks and Recreation durante seis largas temporadas antes de convertirse en un habitual de la adrenalina hollywoodiense, cree que la pequeña pantalla ha cambiado mucho desde entonces. La lista final es su primer habitual tras la comedia que le catapultó a la fama. “Somos expertos absolutos en consumir entretenimiento, todos nosotros somos críticos refinados. El público puede engancharse a algo en un segundo y también se puede perder a la audiencia muy rápidamente, sobre todo si eres predecible”, valora.

Por eso, la clave de los ocho episodios de su serie es mantener al espectador “adivinando y desafiarlo a abandonar la serie” con cebos y finales abruptos que “presionan para dar al play una vez más”. “Creo que la gente ya está cansada de la misma fórmula de 'thriller' de conspiración donde hay un primer acto, un segundo, el cierre y los créditos. Aquí nos hemos podido extender ocho horas”, añade.

Fue el propio Pratt el que se interesó por los derechos de la novela en la que se basa la serie, publicada en 2018 y catalogada como un superventas por el diario The New York Times por sus “golpes” y el “poder” de una trama cargada de giros y múltiples realidades. “Tuve la suerte de ponerme por delante de la multitud de personas de Hollywood que también estaban interesadas en el libro. Me asocié con Antoine Fuqua para dirigir el piloto y armar la serie”, recuerda.