Con el objetivo de encontrar soluciones sostenibles y científicamente validadas al cambio climático que se deja notar con fuerza en la viticultura, el centro tecnológico NEIKER –dependiente del Departamento de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco– ha obtenido financiación europea para el desarrollo de tres nuevos proyectos enfocados a mejorar la resiliencia del viñedo.
Las iniciativas están centradas en el uso eficiente del agua, el fomento de la biodiversidad y la incorporación de técnicas agroecológicas, pilares fundamentales para garantizar la viabilidad futura del sector. Los proyectos, que forman parte de los programas INTERREG SUDOE y ERA-NET Agroecology, son e-Rigation (159.375 €), POLITA (185.900 €) y VinAE (147.500 €). Todos ellos se desarrollarán en colaboración con instituciones y actores del sector de varios países europeos.
“Con esta nueva financiación, NEIKER refuerza su compromiso con la transformación sostenible del sector vitivinícola. Aportamos ciencia de excelencia y cercanía al territorio, con el objetivo de fortalecer la competitividad de las bodegas, conservar el paisaje agrícola y posicionar a Rioja Alavesa como referente en innovación vitivinícola”, destacó Olatz Unamunzaga, directora general del centro.
El primero de los proyectos, e-Rigation, liderado por NEIKER, tiene como fin mejorar la eficiencia hídrica en el viñedo mediante tecnologías innovadoras de riego adaptado. La iniciativa plantea la creación de una red de estaciones meteorológicas virtuales que permitirá ajustar el uso del agua –y también de productos fitosanitarios– a las condiciones microclimáticas específicas de cada parcela.
“Vamos a desarrollar sistemas de interpolación de datos agroclimáticos de alta resolución, gracias a estaciones meteorológicas virtuales implantadas en explotaciones reales. Esto nos permitirá emitir recomendaciones de riego y tratamientos mucho más precisas”, explica Gorka Landeras, investigador del Departamento de Producción y Protección Vegetal de NEIKER. Además de la parte tecnológica, el proyecto incluye acciones formativas dirigidas a agricultores y responsables de la gestión de los recursos hídricos.
Menos químicos
El segundo proyecto, POLITA, también liderado por NEIKER, apuesta por restaurar el equilibrio ecológico en viñedos y manzanales mediante la promoción de insectos beneficiosos, como polinizadores o depredadores naturales de plagas. Para ello, se habilitarán bandas verdes, islas o corredores vegetales que actúen como refugio y fuente de alimento.
La estrategia se completa con prácticas agrícolas de menor intensidad, respetuosas con el suelo y la biodiversidad local. “Buscamos un modelo de producción más estable, donde los cultivos se mantengan sanos con menos aportes externos. La naturaleza debe volver a ser aliada”, apunta Ana Díez, investigadora del mismo departamento.
El tercer proyecto, VinAE, tiene una vocación claramente internacional. Participan en él cinco países vitivinícolas —España, Francia, Italia, Portugal y Turquía— que crearán una red de viñedos piloto donde se ensayarán técnicas agroambientales innovadoras. Entre ellas: cubiertas vegetales que reduzcan las plagas de forma natural, bioinóculos de microorganismos beneficiosos y transplantes de suelos sanos que refuercen la biodiversidad microbiana.
Además de evaluar los beneficios ambientales –como la mejora de la estructura del suelo, el secuestro de carbono o la retención de agua– se estudiará su impacto en la calidad de la uva y la viabilidad económica.
“El proyecto se basa en una metodología participativa. Queremos que las soluciones se construyan junto al propio sector, adaptadas a la realidad de cada región vitivinícola. Es un modelo de transferencia más eficaz y directo”, explica Lur Epelde, investigadora del Departamento de Conservación de Recursos Naturales de NEIKER.