Cada día caen sobre la tierra unas cien toneladas de materiales diversos procedentes de otras partes del universo. Se calcula que unos 100 meteoritos al año llegan al planeta, aunque muchos caen al mar y no se recuperan. “Nosotros estamos hechos de esto, que no se nos olvide”, apunta José Vicente Casado, reconocido cazameteoritos con cuya colección privada el Museo de Ciencias Naturales de Álava abre durante un año una exposición muy especial, que se completa con fondos propios del espacio ubicado en la Torre de Doña Ochanda.  

La muestra Meteoritos, por cierto, no solo expone, también reparte. Con motivo de este trabajo, se ha editado un catálogo especial “a precio de pintxo-pote”, según Jesús Alonso, máximo responsable del museo. A quien se lo lleve se le va a regalar un meteorito auténtico de unos dos gramos de peso, “de los que generan las estrellas fugaces aunque a nosotros nos parezcan que tienen que ser mucho más grandes”.

A partir de ahí, lo que propone este trabajo no es tanto una exposición “muy técnica” sino una muestra de marcado carácter divulgativo que “nos enseñe, en esta época en lo que todo es virtual, lo que es real, lo que somos nosotros”, según Casado. A lo que Alonso añade que “lo que pretendemos es enseñar cosas básicas sobre nuestras geografías cercanas, lo que es nuestro barrio común y nos viene de él, porque merece la pena saber dónde estamos”.

En estos momentos, hay 75.000 meteoritos reconocidos de manera oficial. 128 de ellos están en el museo. Son solo una pequeña parte, pero una significativa que recorre el amplio abanico de tipos, materiales y procedencias. Hay ejemplares procedentes de Marte, Vesta o la Luna. Y aunque los responsables de la exposición la destacan en su conjunto, a buen seguro muchas miradas irán para el meteorito más grande que hoy se puede ver en España. Se trata de un Campo del Cielo de 600 kilogramos de peso, uno de los miles de fragmentos de la lluvia de meteoritos caída en el norte de Argentina hace 4.000 años.