- La nueva serie dramática de HBO, Winning Time: The Rise of the Lakers Dynasty (Tiempo de victoria: La dinastía de los Lakers), que se estrena hoy domingo, ofrece una mezcla explosiva de los entresijos de la NBA y la cara menos conocida de Los Angeles Lakers de los 80, con jugadores extraordinarios como Earvin Magic Johnson y Kareem Abdul-Jabbar como protagonistas.
La producción da una de cal y de otra de arena a la liga norteamericana de baloncesto y cuestiona la imagen de aquel mítico equipo de Los Angeles Lakers, una escuadra que marcó una época para sus seguidores, sentó las bases de la industria y convirtió a los jugadores en superestrellas de la cultura pop norteamericana.
Se trata de una producción de ocho capítulos que está dirigida y coproducida por Adam Mckay, quien acumula recientes éxitos gracias a la serie Succession y a las películas El vicio del poder o No mires arriba.
Es una adaptación con partes ficcionadas del best-sellerShowtime: Magic, Kareem, Riley, and the Los Angeles Lakers Dynasty of the 1980s, del escritor deportivo Jeff Pearlman.
“Es una historia que habla de dos mundos que se mezclaron, el baloncesto y los negocios, hasta cambiar la industria del deporte y cómo la vemos ahora”, explicó Quincy Isaiah, que interpreta a Magic Johnson en la serie, durante una entrevista con Efe.
Quincy Isaiah y su compañero Solomon Hughes (Kareem Abudl-Jabbar) son dos actores con escasa trayectoria, dos rookies en la jerga del baloncesto, pero ya conocen la presión tras la expectación que está generando la serie.
El propio Lebron James, estrella de los Lakers actuales, mostró en sus redes sociales las ganas que tiene de poder ver el estreno, mientras la audiencia más entusiasta fantasea con otra superproducción sobre baloncesto dos años después del éxito de The Last Dance (Netflix), la docuserie sobre otro mito del baloncesto, Michael Jordan y sus compañeros en los Chicago Bulls en los 90.
Sin embargo, Winning Time no genera simpatías entre la inmensa mayoría de los miembros de aquellos Lakers de los 80, quienes se negaron a aportar su visión para el proceso de documentación de la producción (salvo el base Norm Nixon, cuyo hijo DeVaughn le interpreta en la ficción).
Como consecuencia de esta negativa, según sus creadores, tuvieron que hacer “investigaciones propias” para complementar la historia.
A lo largo de la serie se pone la lupa en la parte deportiva de una hornada espectacular de jugadores, pero también en la faceta más ególatra de unos protagonistas carcomidos por un éxito fulgurante.
Algunos como el otrora propietario del equipo, Jerry Buss; el entrenador Pat Riley; y jugadores como Johnson, Abdul-Jabbar o Jerry West no siempre salen bien parados en la narración.
Los actores Solomon Hughes y Quincy Isaiah prefieren centrarse solo en “la parte positiva” de la serie y se declaran “admiradores” de los personajes a los que dan vida.
Sin embargo, son conscientes de que esta puede levantar ampollas.
“Claro que pasaron cosas hace 34 años, cuando tenían 20 y eran casi niños; pero no hay que olvidar que esto es una serie de televisión y que los respetamos”, precisó Isaiah.
Winning Time: The Rise of the Lakers Dynasty se estrena ahora iniciando toda una avalancha de nuevos proyectos televisivos con el baloncesto como temática principal.
Hulu está desarrollando una serie documental sobre la historia de los Lakers, y otros como Magic Johnson tendrán su propia producción en Apple TV Plus en abril.