El pasado 30 de diciembre en Madrid, La Polla Records se despidió de manera definitiva del público. La banda de Agurain cerró así un tour que arrancó en 2019 con la intención de celebrar los 40 años del nacimiento de la formación alavesa, un periplo a este y al otro lado del Atlántico que tenía que haberse producido de manera muy diferente.

La pandemia cambió todos los planes, se llevó por delante muchas de las actuaciones previstas y marcó un adiós con multa a cuenta de las actuaciones en el Buesa Arena. Pero el fundido en negro no es total.

Primero, porque sus canciones seguirán sonando pese a quien pese. Y segundo porque el grupo llega ahora a la gran pantalla con el estreno en las salas de cine del documental No somos nada. Eso sin perder de vista que Evaristo Páramos está justo iniciando ahora una nueva etapa con Tropa do Carallo.

En principio, un total de 70 copias se van a distribuir por todo el Estado para dar a conocer un documental que lleva la firma del reconocido director y guionista peruano Javier Corcuera. "La película es sobre una banda sonora que me ha acompañado siempre. Sus canciones formaban parte de mi vida desde mucho antes de conocer a Evaristo en persona hace unos años. Sus cintas llegaron a Lima antes de que yo me fuera a vivir a Madrid en 1986. Crecí escuchando a La Polla Records", explicaba el realizador en estas páginas justo antes de que la producción fuera estrenada en la pasada edición del Zinemaldia.

La película toma como excusa el arranque de la gira de despedida de La Polla a finales de verano de 2019, concierto previo en la sala Jimmy Jazz de la capital alavesa incluido. A partir de ahí, se acompaña a la formación por aquellas actuaciones iniciales en escenarios como el BEC de Barakaldo pero también en las citas que se pudieron llevar a cabo a principios de 2020 en Latinoamérica.

Tirando de ese hilo, y tomando a Evaristo Páramos como referencia, el documental va repasando la historia de la agrupación y parándose en diferentes reflexiones del líder de los de Agurain, que siempre dan para mucho.

"El documental es un género muy en auge y, para mí y el equipo, que somos todos seguidores de ellos, esta película ha sido un regalo y un placer. Lo hemos pasado muy bien haciéndola. Es para disfrutar y que el espectador salga de ella como de un concierto del grupo, con muy buen rollo. Y sudados", describe el director.

"Desde que La Polla Records se subiera a un escenario por primera vez en 1979 ha llovido mucho. Evaristo hace memoria desde su piel de punk aldeano, mientras se prepara para el viaje. Su relato se enreda con canciones, fotografías, fragmentos de animación y viejos vídeos de la banda. Mil y un conciertos, batallas campales, persecuciones, carreras, y una bola de música afilada y rápida que fue creciendo hasta convertirse en un mito", en toda una referencia para la escena en diferentes países, como recuerdan desde la producción.

"Éramos más malos que pegarle a un padre con un calcetín sudado", dice Páramos en un momento de la película, que viene a completar el camino que se abrió a finales de 2018 con la publicación del libro Qué dura es la vida del artistaQué dura es la vida del artista.

Ya por entonces, después de años en otros proyectos tras la separación de La Polla, el runrún sobre una posible vuelta puntual a los escenarios era cada vez más importante, algo que poco después vino a confirmarse.

El filme supone poner la guinda a ese proceso, a un camino que ha servido para demostrar varias cosas, empezando por el hecho de que Evaristo Páramos sigue generando reacciones radicalmente opuestas haga lo que haga. Pero, sobre todo, que muchas de las letras que los de Agurain popularizaron en los años 80 y 90 hoy siguen siendo presente. Eso es, tal vez, lo que más molesta a unos cuantos, que prefieren hablar de lo anecdótico a ir a lo profundo.

"Al principio, la película era seguir a la banda de gira y registrar esos conciertos, pero fue cambiando durante el rodaje para convertirse en la historia de La Polla Records junto a reflexiones sobre el mundo de hoy y el que viene. Cogieron presencia la cotidianeidad de la vida diaria de Evaristo y sus reflexiones, como las de Abel, desde el bar Otxoa, donde creció el grupo. La envoltura es la gira, pero cuenta la historia del grupo. Utiliza un recurso que confirma que el grupo, con Evaristo al frente, no es un grupo punk al uso. Me refiero a sus paseos por el campo, que estructuran el documental. Incluso el propio cartel del documental ilustra el campo con unas ovejas. Se dio de forma natural, ya que el primer día de rodaje Evaristo nos dijo que le acompañáramos por el monte. Y luego volvimos otras veces a Oñati, en varias estaciones, para seguir grabando y conversando. Fruto de esos encuentros nace la estructura de la película. Y casi siempre con la cámara filmando esos paseos desde detrás. Claro, le íbamos siguiendo", recordaba el director de la película, al tiempo que apuntaba que "La Polla Records es un grupo especial: salió de Agurain y llegó al mundo y atravesó fronteras. Es una banda universal y cada oyente adapta sus canciones a sus propias vivencias, lo que es un mérito muy grande".

De todo ello y más se habla en una propuesta que ahora llega a los cines mientras Evaristo y Abel, junto a sus nuevos compañeros de camino, preparan la llegada a los escenarios de Tropa do Carallo tras el lanzamiento de su primer disco. Un estreno en directo al que también ha afectado la pandemia, puesto que tenía que haberse producido el pasado fin de semana en la sala Jimmy Jazz. Esa es otra historia, tal vez para la próxima película.

Tras la presentación del documental de Javier Corcuera en el pasado Zinemaldia, la película llega a los cines con 70 copias

La producción toma como referencia el arranque de la gira de despedida de los alaveses para recorrer su camino desde 1979