El arquitecto Oriol Bohigas, uno de los principales impulsores del urbanismo barcelonés moderno, falleció el martes a los 95 años al agravarse su estado de salud, afectada por la enfermedad de Parkinson desde 2015.
Desde el Ayuntamiento de la capital catalana, Bohigas rediseñó el espacio urbano de una Barcelona que había sufrido una expansión caótica durante la posguerra y la preparó para la transformación urbanística que propiciaron los Juegos Olímpicos de 1992. Con los arquitectos Josep Maria Martorell y David Mackay formó el estudio arquitectónico MBM Arquitectes, que durante los últimos 45 años realizó más de 500 proyectos de arquitectura, urbanismo y diseño.
Durante su vida, Bohigas estuvo también muy vinculado al mundo de la cultura, y así fue miembro fundador del grupo editorial Edicions 62, presidente de la Fundació y presidente del Ateneu Barcelonés, además de ser un destacado miembro de la Gauche Divine barcelonesa en los años 60 del pasado siglo.
Bohigas fue el encargado del proyecto de la Villa Olímpica para Barcelona 92 junto con los arquitectos David MacKay y Albert Puig Domenech, y para la Exposición Universal de Sevilla de 1992, diseñó el Pabellón del Futuro. La sede de la Editorial Destino en Badalona (1967), la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona (2001), el Auditorio y Sala Gaudí de La Pedrera (2005-2008) o la Torre Blanca de la Plaza Europa de l’Hospitalet (2006-2010) son algunos de sus proyectos.